Tegucigalpa. El comisionado de policía en condición de retiro, Danilo Orellana, ha expresado su preocupación sobre las recientes declaraciones de la viceministra Julissa Villanueva, advirtiendo que la «inmadurez» en sus afirmaciones podría tener serias consecuencias para la institucionalidad de la Policía Nacional y el país.

Villanueva acusó a la Policía de ser responsable de la matanza en la cárcel de mujeres en Támara el pasado junio, alegando que en el incidente se utilizaron armas de la Policía. Orellana considera que estas declaraciones podrían tener repercusiones significativas, incluso posibles demandas internacionales, y señaló que la viceministra debería haber abordado estas preocupaciones internamente antes de hacer declaraciones públicas.

El comisionado de policía en retiro destacó un posible problema interno entre el ministro de Seguridad y la viceministra, remontándose al caso de Angie Peña. Orellana sugiere que estas tensiones internas podrían convertirse en un «caballo de Troya» dentro de la Secretaría, generando un ambiente inestable.

«Hay un problema interno entre el ministro y ella desde el caso de Angie Peña, hay un antecedente por ahí, lo primero que tengo que decir es que esto es como un caballo de Troya dentro de la Secretaría”, aseguró.

Orellana enfatizó la importancia de una investigación seria para aclarar las dudas sobre el uso de armas y su procedencia. Asimismo, instó a la clarificación de quién introdujo las armas al país, ya sea la Secretaría de Defensa o la armería.

El excomisionado subrayó la necesidad de que los funcionarios de alto nivel manejen cuidadosamente sus declaraciones, ya que estas pueden causar divisiones y desconfianza en la institucionalidad, generando intranquilidad en la sociedad.

Afirmó que, independientemente de la razón de Villanueva, la madurez en las declaraciones de los funcionarios de alto nivel es crucial para mantener la estabilidad y confianza en las instituciones gubernamentales.

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