Tegucigalpa. Expertos en economía y seguridad analizan el impacto del narcotráfico en la economía de Honduras, destacando sus efectos perjudiciales tanto a nivel interno como externo.

Ismael Zepeda, economista, señala que el narcotráfico distorsiona los mercados locales, inflando artificialmente precios y creando monopolios ilegales en varios sectores como la agricultura y el transporte. Además, afecta negativamente al turismo y la inversión extranjera, lo que repercute directamente en la economía local.

“Honduras se posiciona como un país altamente peligroso con una alta incidencia del narcotráfico, más el tráfico de armas, extorsión y otros delitos asociados al crimen organizado, y todos esos actores en una misma red involucrados en el crimen organizado generan una afectación grave a la economía”, indicó.

Por su parte, Nelson Castañeda, director de Seguridad y Justicia de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), resalta que la corrupción generada por el narcotráfico debilita las instituciones gubernamentales, socava el estado de derecho y desalienta la inversión extranjera, obstaculizando el desarrollo económico.

El flujo de dinero obtenido por actividades ilícitas como el narcotráfico se maneja mediante el lavado de activos, comprometiendo aún más la economía del país. El Departamento de Estado de Estados Unidos estima que la mayoría de la cocaína que se transporta de Suramérica a Estados Unidos pasa por los corredores centroamericanos y mexicanos, lo que implica un gran impacto en la región.

“Es la punta de un alfiler porque al final la economía de Honduras ha sido tan penetrada por el narcotráfico que convive en todas las áreas económicas, sociales y políticas del país”, lamento Zepeda.

Según un informe de InSight Crime, el mercado del transporte de drogas en Honduras tiene un valor anual de entre 600 y 750 millones de dólares, representando entre el 3 y el 4 por ciento del PIB del país. Estas cifras son solo la punta del iceberg, ya que el narcotráfico penetra en todas las áreas económicas, sociales y políticas de Honduras.

En resumen, la economía ilegal coexiste con la economía formal e informal en el país, generando un impacto profundo y generalizado en todos los aspectos de la sociedad hondureña.