Tegucigalpa. La tensión política en el Congreso Nacional de Honduras ha alcanzado su punto álgido debido a las acaloradas discusiones en torno a la elección del Fiscal General y Adjunto, una cuestión que tiene en vilo a la nación y que ha paralizado no solo este asunto en particular, sino también toda la agenda legislativa.

Las redes sociales se han convertido en el escenario de un enfrentamiento verbal entre legisladores, con la congresista Maribel Espinoza, del Partido Salvador de Honduras (PSH), respondiendo con firmeza a los comentarios y declaraciones del diputado oficialista Rasel Tomé. En un mensaje público, Espinoza lanzó una fuerte crítica a Tomé, afirmando: «Usted no tiene ética para insultarme. Hágase hombre de una vez y hable con la verdad».

La discordia se originó cuando la diputada Espinoza expresó su desacuerdo con la propuesta de realizar un plebiscito para designar al Fiscal General y Adjunto, argumentando que esto no está contemplado en la Constitución. Estas declaraciones provocaron la indignación de Tomé, quien la etiquetó como «golpista».

En un desafío público, Espinoza instó a Tomé a presentar pruebas que respalden sus acusaciones y le recordó que en la época del supuesto golpe de Estado en 2009, ella no estaba involucrada en política ni se encontraba en el país. Además, enfatizó: «Yo no he sido condenada por ningún delito y tampoco estoy, como usted, nominada en ninguna lista de corrupción como la Lista Engel».

La congresista no se detuvo ahí y arremetió contra algunos miembros de la bancada de Libre, acusándolos de difamarla debido a su firme defensa de la democracia y el Estado de derecho.

En medio de todas estas confrontaciones, la atención de la nación se centra en cómo se resolverá este conflicto político y cómo afectará la no elección del Fiscal General y Adjunto en Honduras.