La subsecretaria de Seguridad y encargada de la intervención de los centros penitenciarios del país, Julissa Villanueva, envió las muestras de pesar a los familiares de privadas de libertad que perdieron la vida en una reyerta e incendio en la Penitenciaría Nacional Femenina de Adaptación Social (PNFAS) ubicada en Támara, Francisco Morazán.

“Es un ataque directo del crimen organizado contra el trabajo que estamos haciendo, son reacciones contra el Plan Nacional de Solución Contra el Crimen y es un claro ataque a las acciones que ha emprendido la presidenta Xiomara Castro”, dijo Villanueva.

Además, esta junta interventora advirtió que no permitirán ningún sabotaje del trabajo que han emprendido contra el crimen organizado y afirmaron que no se doblegarán en investigar para acusar a aquellas privadas de libertad que cometieron esta enorme tragedia.

“Recuperaremos la gobernanza, no permitiremos bajo ningún punto algún trance contra el crimen organizado, no negociaremos con la criminalidad y estaremos respondiendo de frente con valor, con nuestras manos limpias”, recalcó la funcionaria.

Ante este doloroso ambiente, la desesperación e incertidumbre se apoderaron de las familiares de privadas de libertad, que llegaron a las instalaciones del Hospital Escuela para conocer el estado de salud de sus parientes tras el amotinamiento.

anto en los predios del principal centro asistencial del país, así como en las afueras de la cárcel femenina ubicada en Támara, Francisco Morazán, el drama era cruel y los gritos de desesperación se escuchaban desde todas direcciones.

Esta es una tragedia que más temprano que tarde comienza a tener consecuencias, por lo que los primeros en dar la cara tienen que ser quienes están al frente de la Secretaría de Seguridad.