Dennis Redemin

Sistema de salud hondureño tiene ‘dos tumores’ que necesita extirpar para que se pueda recuperar


Son problemas que, en la práctica, actúan como con esa sintomatología. Uno es haber hecho a un lado el fideicomiso con el que se venía trabajando  para proveerse de insumos y medicamentos a tiempo y que había demostrado su funcionamiento.

El segundo problema es haber permitido la intromisión de la política en este servicio público que lo caracteriza la ética, el profesionalismo y capacidad de conocimiento. Es lo que ha analizado el reconocido médico hondureño y catedrático universitario, Dennis Castro Bobadilla.

“Hay una situación emergente, hay una situación real y es la escasez de insumos y de materiales farmacológicos de lo mínimo necesario para la operatividad del sistema de salud; es una realidad que quien  discuta lo contrario creo que no anda bien”, comenzó por expresar el doctor Castro Bobadilla.

Para él, la actual crisis en el sistema sanitaria del país, es producto de un enfoque erróneo de la actual administración y que viene desde el inicio de la misma.

“Es el soslayar el proceso que daba resultados como es el fideicomiso a través de una banca, se suscitó con éxito y que estaba funcionando en el país. Hoy tenemos las consecuencias de esa decisión, la cual se llevó a un Consejo de Ministros, entiendo”, en donde fue sometido a votación.

Bien, esa ya es ‘leche derramada’, ahora el asunto es encontrar la medicina para el enfermo sistema de salud pública hondureño.

“A través del Comisionado Nacional de Derechos Humanos perfectamente se puede presentar un recurso de amparo para que sea la Sala Constitucional que ampare una acción del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, que lo hemos visto inodoro, incoloro e insípido y casi eunuco en virtud del principal derecho humano de las personas que es el derecho a la salud”, sostuvo.

Con lo anterior reiteró que no es tiempo de discutir ni de pelear, sino, tiempo de acción. “Y creo que es la acción judicial la que puede suspender la situación de falta de decisiones vinculantes a efecto de que pueda procederse de inmediato, por lo menos abastecer lo mínimo necesario para dar la oportunidad al ente ejecutor de la política de salud que es la Secretaría de Salud en esta situación que se le ha presentado”, recomendó.

Pero el asunto del fideicomiso solo es un malestar en este enfermo, porque hay otro que da la impresión de haber hecho metástasis.  Son las constantes tomas de grupos políticos que han vuelto del sistema sanitaria un pandemonio.

“Está más que demostrado que tienen que darse cuenta que los servicios de salud de una nación no son de improvisación, no es para efecto de que la gente pueda hacer lo que quiera. Esto de colectivo no colectivo; tiene que darse cuenta usted que los servicios de salud requieren de gente con tres requisitos mínimos necesarios: Capacidad en conocimiento, profesionalismo y ética”.

“Esta situación de tomas para búsqueda de una ocupación permite que,  desde arriba se llore, los pacientes lloren y los que quieren un trabajo también lloren por razón de su propia necesidad, que es comprensible”.

“Pero no funciona así, esa es una secretaría, a mi criterio, eminentemente técnica y ética que requiere seleccionar siempre lo mejor posible para que pueda dar atención a las personas".

"Entonces, hacen mal los que fomentan, los que incitan a la anarquía en Salud y en otros haberes, porque esa incitación no produce más que efectos negativos; y yo soy de los que creen que lágrima que se derrama, de cualquier origen, tendrá consecuencias políticas y tiene consecuencias de decepción pública en los aspectos relacionados a la administración nacional”, apuntó.

Por lo que concluyó que al menos ese aspecto, o mecanismo de presión política no debe ser aplicable a los servicios de salud.

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