Sucedió en uno de los bulevares de la capital hondureña, cuando el conductor de un vehículo tipo pick up colisionó a un microbús.

Decididos a solucionar ‘por las buenas o por las malas’ el problema, el conductor del bus rapidito y su ayudante se bajaron inmediatamente de la unidad. A juzgar por lo que se logra apreciar en las imágenes, el participante número dos, al parecer no disponía de tiempo para ‘pláticas infructuosas’, por lo que apenas retrocedió un poquito para lograr huir de la ‘escena del crimen’.

A tal punto que para cuando los dos jóvenes lograron de nuevo abordar su unidad, arrancar y echar a andar, el conductor de la pick up ya había desaparecido de la imagen.

Llama la atención la cantidad de sucesos violentos que se han estado registrando durante estos días recientes, en donde los protagonistas son conductores de automóviles. Al parecer existe una especie de enardecimeinto, inconformidad y quien sabe si incluso frustración porque las cosas no salen como se pensaban, porque los ingresos no alcanzan como antes, porque los políticos ya la rayan con el mismo cuento y peleas de siempre, en fin, son tantas situaciones que quizá en la calle es más fácil sacarlas a flote; pero que desgraciadamente también, es más fácil quedar lamentando por el resto de la vida.