Con la presencia de la dirigencia de cuatro colegios magisteriales, gremios de salud, centrales obreras y representación internacional, este día inició este proceso con la esperanza de conducir a una solución para el país.

El presidente de la República, Juan Orlando Hernández, manifestó que ha llegado el momento de escucharnos. “Hoy empezamos una conversación en la que venimos a intentar, componer, a entender a respetarnos unos a los otros, respetando el derecho de los demás es que vamos a construir el país que todos merecemos”, manifestó.    

Hernández expresó su confianza de llegar a los ansiados acuerdos, con los resultados que la gente que sufre espera.

“Mi agradecimiento a los compatriotas, a los amigos de Honduras que están hoy aquí presentes, en esta primera etapa para instalar este diálogo, la historia recordará a cada uno de nosotros y los que no están aquí, el amor desinteresado a la patria”.

Con esto volvió a reiterar el llamado a los gremios que aún no se incorporan a esta mesa, que siempre. Aunque también ofreció salir en busca de ellos “porque hay cosas más grandes que uno mismo, hay cosas más grandes que el gremio; y eso es honduras”, enfatizó el mandatario.

Afirmó que es a la nación a la que hay que darle importancia, porque es el pueblo quien está sufriendo por problemas históricos que han aturdido a los sistemas de Salud y Educación. “No pueden ni deben seguir existiendo, si queremos una Honduras próspera, con niños y jóvenes en las aulas, con educación atención de última generación”, comentó.

A pesar de la grave situación, particularmente en Salud, el mandatario expresó. “Hemos avanzado mucho en la transparencia de la compra de medicamentos”, dijo, al tiempo que recordó que un inicio solo se encontraba un tercio de lo que es ahora el presupuesto para la compra de los mismos.

Aseguró que los pacientes no deben estar haciendo filas largas en los centros asistenciales, o esperando por meses por una cita con el especialista, todos tenemos un compromiso ineludible en la educación y la salud, porque son derechos humanos básicos, que no se deben de violentar jamás, ni en Honduras ni en cualquier país del mundo.