La crisis en el sector energético de Honduras continúa agravándose, con interrupciones frecuentes en el suministro eléctrico en todo el país, lo que ha generado malestar en la población. Al mismo tiempo, el sector productivo, especialmente en la zona norte, ha manifestado pérdidas millonarias diarias. Mientras tanto, el gobierno reconoce fallas en el sistema, pero rechaza el término «apagones».

En medio de esta situación, Miguel Aguilar, presidente del Sindicato de Trabajadores de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (Stenee), expresó su preocupación. Aguilar afirmó: «El asunto es que hace falta potencia firme en el país, ya la gente no está para que se den comunicados o se peleen, están para que se les dé una solución». Sus declaraciones reflejan la creciente demanda de la población de respuestas concretas y acciones efectivas por parte de las autoridades.

Las manifestaciones y bloqueos de carreteras por parte de los ciudadanos se han vuelto comunes en diversas localidades del norte y occidente del país. La población argumenta que esta es la única forma de hacer escuchar su voz y expresar su cansancio ante las prolongadas interrupciones del suministro eléctrico, que en algunos casos se extienden durante días. En Chamelecón, un sector de San Pedro Sula, los cortes de vías públicas, especialmente durante las tardes y noches, se han vuelto rutinarios debido a los prolongados cortes de energía.

La situación es similar en otras áreas del país, como la zona del Caribe (La Ceiba y Colón) y varios municipios de Olancho y El Paraíso. En la capital, las suspensiones del servicio eléctrico son frecuentes en sectores como el barrio San Felipe, las colonias Matamoros, Lara y otros. Todo esto ocurre sin que estén programados en los trabajos rutinarios de mantenimiento de las empresas Energía Eléctrica de Honduras (EEH) y la estatal Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE).

Aunque el gobierno reconoce las fallas en el sistema, insiste en que no se trata de «apagones» generalizados, sino de problemas puntuales. No obstante, la percepción de la población es distinta, y la falta de una respuesta rápida y efectiva por parte de las autoridades ha aumentado la frustración y el descontento.

Ante esta situación, se requiere una atención urgente para abordar la crisis en el sector energético. Es necesario que el gobierno implemente medidas concretas para mejorar la infraestructura y garantizar un suministro eléctrico estable y confiable. Asimismo, se hace imperativo fortalecer la comunicación con la población, brindándole información clara sobre las fallas y los planes de acción para solucionar los problemas.

La crisis en el sector energético de Honduras no solo afecta la vida cotidiana de los ciudadanos, sino también la economía del país. Es fundamental que se tomen medidas inmediatas para restablecer la confianza de la población y asegurar un suministro eléctrico continuo y confiable, que contribuya al desarrollo