Por: Marco Torres Guevara
Entrenador de Fútbol

Terminó la tercer jornada de la liga nacional la cual llenaba de muchas expectativas para los aficionados de este bello deporte, por los partidos que se iban a disputar, lastimosamente no fue así.

Los denominados equipos grandes lejos están de merecer ese nombre, ya no son aquellos partidos de antaño, que gustaban, entretenían y de lo cual buscábamos cualquier excusa por verlos.

El sábado Marathón y Olimpia, llegaron al estadio Yankel Rosenthal con un gran ambiente, de esos que emocionan para jugar fútbol, lo malo fue que los equipos quedaron mal, presentaron un pobre espectáculo en donde lo único bueno es que hubo un ganador.

Una vez más pareciera que la apuesta del más ganador de copas nacional es darle oportunidad a los jóvenes de jugar o por lo menos eso es lo que aparentan.

Solo queda decirles que los relevos generacionales no son rápidos, son a base de una buena planificación y eso quizás le pase factura al término del torneo.

Nada diferente sucedió entre Motagua y Real España, el primero aunque sea el equipo más regular de la liga es muy predecible en su fútbol, hoy lo demostró, ni la ventaja que tuvo con la diferencia de jugadores en el primer tiempo cambió su esquema táctico, al final ganó sin merecerlo.

El resto de los partidos de la jornada nada más nos demostraron hasta hoy cuales serán los equipos que competirán por no descender al final de este torneo.

Lejos estamos de ser una liga competitiva, un amigo me preguntaba que pensaba sobre las otras ligas centroamericanas a lo que le conteste que compararlas podría ser un error ya que no tengo la oportunidad de verlas, pero lo más seguro es que no seamos la mejor y que solo bastaba con ver que hasta el día de hoy no hemos podido ser capaces de contratar un entrenador para la selección nacional y que con eso se podría decir mucho.