Tal es el grado de desesperación de los empresarios del transporte que cubren este vital servicio de comunicación terrestre entre las ciudades de Olanchito-La Ceiba-San Pedro Sula, que este día decidieron paralizar operaciones al no haber logrado recolectar la cantidad exigida por los extorsionadores para que los dejen trabajar.

El caso más grave es el de una de las empresas del corredor que se vio en la obligación de cerrar operaciones de forma definitiva al volver verdaderamente imposible continuar trabajando, dijeron algunos de los socios.

Por lo que la sorpresa que se llevaron los clientes que acudieron a la Gran Central Metropolitana de Buses en San Pedro Sula, con la intención de abordar una de esas unidades, porque se encontraron con todo cerrado y solo les manifestaron que no estarán dando el servicio.

Con la obligación de pagar no solo a una banda, sino que hasta tres y cuatro distintos grupos de criminales, la situación se volvió inmanejable, de ahí la decisión de mejor cerrar operaciones, expresaron algunos de los empresarios afectados.