Nayib Bukele

Bukele convoca este domingo a la Asamblea Legislativa y militariza el centro de San Salvador


El presidente Nayib Bukele busca aprobar un préstamo para combatir las pandillas. La Asamblea Legislativa no lo ve claro y, como respuesta, el líder del Ejecutivo convocó un Consejo de Ministros para refrendarlo. Bukele amenazó a los diputados que no acudan y aprovechó para mostrar su popularidad sacando a los militares a la calle y convocando a sus seguidores ante el edificio legislativo. 

Días de tensión  se viven en El Salvador. Este sábado, ante la falta de diputados, el presidente de la Asamblea Legislativa, Mario Ponce, convocó para el lunes 10 de febrero una sesión extraordinaria para discutir y aprobar un préstamo de 109 millones de dólares para financiar la tercera fase del plan de seguridad contra las pandillas.

Sin embargo, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, se desmarcó del poder legislativo, y convocó un pleno extraordinario para este domingo 9 de febrero con el objetivo de aprobar cuanto antes el préstamo. Lo hizo apelando al artículo 167 de la Constitución, que permite al Ejecutivo aprobar medidas excepcionales. Defensores de los derechos humanos y opositores denunciaron las intenciones del presidente de vulnerar la separación de poderes.

Legitimado por su alta popularidad entre la población y las fuerzas de seguridad, Bukele amenazó a candidatos de oposición con represalias, como el artículo 87, que permite una insurrección popular para "restablecer el orden constitucional". Como antesala a esa posibilidad convocó para el domingo a la población salvadoreña para que respalden sus objetivos.

La velocidad de los actos incrementó en las últimas horas. Los legisladores argumentaron que el plan aún no ha sido aprobado porque no fue avalado por los integrantes de la Comisión de Hacienda, que aseguran que el Ejecutivo no ha explicado cómo se va a utilizar el dinero.

Bukele, al no poder llevar sus planes por la vía Legislativa, decidió tomar cartas en el asunto y convocó su propio pleno. Lo hizo rodeando la sede de la Asamblea de militares y policías y prohibiendo la entrada a medios de comunicación.

También amenazó con demandar por inconstitucionalidad a los diputados que no asistan. A estos, el viernes, les despojó de la seguridad privada. Además, instaló tarimas en los alrededores del edificio legislativo para que sus seguidores vayan a presionar para que se apruebe el plan.

Desde el Ministerio de Defensa, René Merino aseguró que las Fuerzas Armadas "cumpirán la ley, aún a costa de nuestras vidas", mientras que el ministro de Seguridad, Rogelio Rivas, señaló que la policía "espera instrucciones del presidente ante la negativa de los diputados de asistir a la convocatoria constitucional del Consejo de Ministros".

France 24 con EFE y medios locales

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