Los nuevos precios entrarán en vigencia a partir del 30 de mayo y variarán desde 15 dólares, 25 dólares y el más alto que será de 110 dólares.

Desde todo rincón del mundo se escuchan lamentos porque la crisis económica es global y azota en diversas formas, la más dura es sin duda el hambre que sufren varias naciones, pero también se manifiesta en escasez de fondos de lo gobierno para cubrir necesidades, de ahí las noticias de revueltas populares en diversos países.

Pero cuando un país decide aumentar el precio al trámite de visas no queda más que aceptar porque, en primera instancia es potestad soberana de cada Estado, segundo porque se infiere que quien opta a una visa, como la de turista por ejemplo es porque cuenta con dinero suficiente para tales fines, así que ni modos.

En tal sentido, la administración de Estados Unidos anunció este martes un incremento de precios en los visados de turismo, de negocios, de estudiantes, de trabajadores temporales y de inversores, mismas que serán efectivas a partir del 30 de mayo.

En concreto, el costo de los visados de turismo y de negocios (B1/B2s y BCC) y de estudiantes e intercambio pasará de 160 dólares a 185 dólares.

Las tasas para algunos visados de trabajos temporales (H, L, O, P, Q y R) subirán de los actuales 190 dólares a 205 dólares, mientras que el de comerciantes e inversores (E) aumentará de 205 dólares pasará a costar 315 dólares.

El Departamento de Estado argumentó en un comunicado que las tarifas de los llamados visados para no inmigrantes se calculan a partir de los costos de los servicios consulares. La última revisión de algunos precios se hizo en 2014.

La dependencia aseguró que los visados de trabajo y de turismo son “esenciales” para la política exterior del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien “reconoce el papel fundamental de los viajes en la economía” del país.

“El Departamento de Estado se compromete a facilitar los viajes legítimos a Estados Unidos tanto para personas inmigrantes como no inmigrantes”, afirma la nota.