Lo curioso de este caso es que a pesar que se supone que los precios del diésel y gasolina regular están subsidiados, los nuevos incrementos guardan correlación respecto a los demás combustibles, con los aumentos causados desde antes del anunciado subsidio.

Según el director de hidrocarburos de la Secretaría de Energía, Carlos Luis Posas, las alzas en los derivados del petróleo son consecuencia del recorte de producción por parte de Arabia Saudita y Rusia, en una temporada donde la demanda mundial es grande.

Es así que el galón de gasolina superior tendrá un incremento de L.2.62 para la capital, mientras que L.2.42 para San Pedro Sula, para contar con un precio por galón de L.118.33 y L.115.59 respectivamente.

En tanto, el galón de gasolina regular tendrá un incremento, ya subsidiado, de L.2.04 en Tegucigalpa y L.1.94 en San Pedro Sula, para hacer un precio total por galón de L.101.98 y L.89.64 respectivamente.

Ahora, el kerosene sí está amolado porque su precio no puede diferir tanto del combustible de avión, dado que al ser ‘primos’, ya que ambos son de consistencia aceitosa, se corre el riesgo que hagan adulteraciones del segundo, así que el gas casero o keroseno tendrá un aumento, no subsidiado de L.3.44 en la capital y L.3.24 en el Valle de Sula.

El funcionario de la oficina de Hidrocarburos expresó que la tendencia al alza se mantendrá en las siguientes semanas, razón por la que el gobierno hondureño determinó subsidiar el 50 por ciento en los combustibles más utilizados, puntualizó.