Lo cortó con un cuchillo gigante el propio Messi, acompañado por Di María y Paredes. Las porciones las fueron repartiendo entre los invitados que, cómo habrá sido de grande el alfajor, no se quedaron con las ganas. Después, todos cantaron a viva voz el himno tribunero del Mundial, «Muchachos», y arrancó el baile. Hubo una intensa lluvia de papelitos y la celebración siguió hasta bien entrada la madrugada, a pura alegría y cumbia.