Este martes, la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco), ahora convertida en Secretaría de Estado, dio a conocer de un sismo de magnitud 3.2 con profundidad 2 kilómetros, detectado en el departamento de Comayagua, zona central de Honduras.

La Unidad de Sismología de Cenaos ubicó el epicentro del evento a 14.2 grados latitud norte y 87.6 grados en longitud oeste, lo cual viene siendo en el municipio de la Villa de San Antonio, departamento de Comayagua.

El evento telúrico se atribuye a fallas locales asociadas a la Depresión Central, indica el informe.

También confirmó que no se reportaron llamados de emergencia a causa de este evento sísmico, como tampoco que el mismo hubiese provocado daños materiales, menos que alguien haya resulto herido.

Mediante la divulgación del Boletín Sismológico N°2, Copeco dice que el Centro Nacional de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos (Cenaos), le reportó que el movimiento pudo entirse en los departamentos de Comayagua y La Paz, ambos fronterizos entre sí y ubicados en la zona central del país.

Dado que este suceso natural viene a ocurrir en un día que ha sido precedido de enorme expectación por diversos sectores, apremiado por fuerte presión política que ven en el dominio del Poder Judicial el mango por donde tener perfectamente asida la sartén, no faltará quien le atribuya connotaciones que, desde luego, nada tiene que ver, pero por si acaso ahí está la aclaración.