Tegucigalpa.  La Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG) junto al Centro de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos (Cenaos), parte de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco), han presentado el pronóstico climático para este mes de octubre, y las perspectivas no son alentadoras. Se anticipa un «déficit de lluvia» debido a las prolongadas influencias de  «El Niño».

Los análisis realizados por Cenaos indican que durante la temporada de postrera de 2023 se experimentará una variabilidad en las temperaturas, lo que resultará en un «déficit de lluvia». Este fenómeno de «El Niño» se espera que perdure hasta junio de 2024, afectando el suministro de agua en el país.

El director de Cenaos, Francisco Argeñal, ha señalado que algunas regiones de Honduras experimentarán déficits significativos de precipitación, como el departamento de Yoro, que ya ha sufrido una escasez marcada de lluvia durante gran parte de la estación lluviosa.

Sin embargo, Argeñal también destacó que durante los periodos de «El Niño», disminuye la actividad ciclónica en el Caribe y se producen más frentes fríos, lo que podría resultar en lluvias dispersas en el país, beneficiando a los agricultores.

Por su parte, la titular de la SAG, Laura Elena Suazo, comentó que en el corredor seco, donde la agricultura es especialmente vulnerable a la falta de lluvias, se están implementando programas como el Bono Tecnológico Productivo (BTP) para apoyar a los agricultores en la siembra de cultivos más resistentes a la sequía, como el ajonjolí y el sorgo. Además, se están ofreciendo opciones de financiamiento a través de la banca pública para respaldar al sector agrícola.

Las autoridades de la SAG y Copeco hicieron un llamado a la población, a los agricultores, a las autoridades locales y a todos los sectores a estar atentos a las condiciones climáticas que se espera en este mes de octubre y a prepararse para enfrentar el desafío del «déficit de lluvia» provocado por la prolongación de «El Niño».