El Papa Francisco entregó los palios arzobispales a los monseñores José Vicente Nácher Tatay y Miguel Lenihan, arzobispos de Tegucigalpa y San Pedro Sula, respectivamente, "como signo de unidad con el Santo Padre".

Después de la misa que se celebró anteayer desde la Basílica de San Pedro, el Papa Francisco, entregó a cada uno de los 32 prelados, incluyendo a los dos hondureños.

Los palios arzobispales representan la unión del arzobispo con la Sant Sede y su papel como pastor de la arquidiócesis.

El palio arzobispal es un signo que los compromete más con el pueblo de Dios al que sirven como pastores.

Esta es una prenda eclesiástica que consiste en una faja de lana blanca, confeccionada en forma de collar con dos extremidades y lleva bordada seis cruces en las extremidades.