Este sábado, las cárceles de El Pozo en Ilama, Santa Bárbara; La Tolva en Morocelí, El Paraíso, y la Penitenciaría Nacional en Támara, Francisco Morazán, amanecieron con presencia militar.

Los miembros de la Policía Militar del Orden Público (PMOP) se desplazaron en primera instancia hacia las cárceles de máxima seguridad con el propósito de asumir el control de las mismas.

A partir del lunes 26 de junio, la PMOP tomará el control de los 25 centros penitenciarios hondureños, cuatro días antes de lo planificado por el gobierno de la presidenta Xiomara Castro.

«Mientras que el traspaso de los centros penitenciarios se llevará a cabo de manera sistemática a partir del próximo lunes, durante este fin de semana se realizará el inventario de la logística proporcionada por la Policía Nacional», informó Miguel Martínez Madrid, portavoz de la Secretaría de Seguridad.

Honduras enfrenta una severa crisis de inseguridad generalizada que se agrava en el sistema penitenciario. Esta semana, se registró el asesinato violento de 46 reclusas en la Penitenciaría Nacional Femenina de Adaptación Social (PNFAS).

Desde el pasado 8 de abril, se declaró una emergencia en el sistema carcelario hondureño después de enfrentamientos simultáneos en las principales cuatro prisiones del país. Desde entonces, ha habido una decena de tiroteos en las cárceles bajo la administración de una Comisión Interventora que fue destituida esta semana por la presidenta Castro.

Además, la crisis ha llevado al cese del cargo del ministro de Seguridad, Ramón Sabillón Pineda, y ha provocado cambios significativos en la cúpula de la Policía Nacional. Como resultado, se acordó devolver el control de las cárceles a las Fuerzas Armadas a través de la Policía Militar del Orden Público.