Tegucigalpa. El sistema de salud de Honduras enfrenta una crisis cada vez más aguda, y las autoridades parecen no prestar atención a la difícil situación que aqueja al pueblo hondureño. La población, en su mayoría sin los recursos económicos para acceder a centros de atención privados o comprar medicamentos costosos, se ve obligada a madrugar y viajar largas distancias en busca de atención médica en el sistema público.

Sin embargo, en las últimas semanas, se han encontrado con hospitales paralizados por la falta de enfermeras auxiliares en huelga, equipos médicos averiados y escasez de medicamentos esenciales.

Uno de los grupos más afectados por esta crisis son los pacientes renales. Tan solo en lo que va del mes de septiembre, nueve de ellos han perdido la vida. La Asociación de Pacientes Renales ha denunciado que en el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) se han reducido las sesiones de diálisis, lo que representa un riesgo inminente para la vida de estos pacientes.

Además, han señalado la sobredemanda en los servicios de diálisis y han instado a la contratación de más personal o la habilitación de nuevas salas para garantizar la atención adecuada.

La situación también es crítica para los pacientes oncológicos. Más de 400 personas que dependen de tratamientos a tiempo luchan por asegurar sus procesos clínicos en el Hospital San Felipe de la capital hondureña. El alto costo de la radioterapia y los tratamientos de quimioterapia se convierten en una barrera infranqueable para aquellos que sobreviven con salarios mínimos.

Aunque se espera que en las próximas semanas se realicen quimioterapias en el Centro de Cáncer Emma Romero de Callejas, muchos pacientes aún dudan de la concreción de esta esperanza.

Los pacientes de hospitales psiquiátricos tampoco escapan a la crisis. En el Hospital Psiquiátrico «Mario Mendoza» de Tegucigalpa, cientos de personas han viajado durante horas solo para enterarse de que no hay consultas ni medicamentos disponibles debido a la huelga de las enfermeras auxiliares. Desgarradoras imágenes muestran a los pacientes tirados en las aceras, algunos incluso desmayados mientras esperan atención.

Todo esto ocurre en medio de una alerta epidemiológica por dengue declarada por la Secretaría de Salud. Sin embargo, muchos consideran que esta acción llega tarde, ya que solo en el departamento de Comayagua, al menos 12 personas han perdido la vida debido a esta enfermedad.

La crisis de salud se agrava mientras el personal de enfermería está en huelga, los médicos internos amenazan con abandonar sus puestos debido a la falta de pago de sus becas y una serie de problemas continúan alejando a los hondureños de recibir atención médica de calidad. La lucha por la salud y el bienestar del pueblo hondureño parece estar lejos de su fin.