En lugar de responder con profesionalismo y diligencia ante la contaminación por aguas negras en la sala de hemodiálisis, amenazaron a los pacientes con quitarles sus tratamientos y mandarlos al Mario Rivas.

La novedad durante ayer lunes en la sala de espera de hemodiálisis, fue el temor generalizado por la amenaza que habrían recibido los pacientes renales, en el sentido que "que todo paciente que pusiera una denuncia, lo iban a llevar a un departamento legal y que lo iban a cambiar al Catarino", según lo denunció el dirigente de la Asociación de Pacientes Renales, Froylán Banegas.

Desde luego esto no puede ser, porque como derecho habientes, el Seguro Social está obligado a atenderles, pues es un derecho que les asiste y por el cual han pagado, no es un regalo.

En cuanto al comunicado, Banegas no ocultó su desconcierto ante el argumento que ese líquido amarillo que tanto hiede no es orín, sino que agua potable. “Nos sorprende lo que dice el comunicado, porque en realidad el paciente renal que ha estado ahí, que recibe cuatro horas de tratamiento, lo mismo que el personal de enfermería sabe bien qué es lo que ha sucedido allí”, expresó Banegas.

“En realidad se sentía el olor ¡no creo que el agua potable huela así!”, eso a pesar que la máquina a la que él se conectó no estaba cerca de donde se produjo el derrame. “En realidad tenía un olor a orín”, reafirmó con seguridad.

Cabe destacar que la sala de hemodiálisis data de reciente entrega, sin embargo el mal funcionamiento de las máquinas dializadoras es evidente. Ese equipo, además de hacer el tratamiento respectivo a la sangre, también se encarga de sacar la orina de los pacientes, por lo que se deduce que en algún punto las mangueras o tuberías están averiadas, y ese es el orín que se ve en el piso y que la administración dice es “agua potable”.

Daniel Mairena, paciente de Tegucigalpa, denunció que ellos también tienen similares problemas, por lo que la situación amerita una respuesta a mayor escala y si la administración del Seguro Social no tiene capacidad para la solución, entonces que ésta llegue desde un nivel más alto; pero que se haga algo y pronto.

El varón que aparece caminado en esta fotografía es quien el lunes procedió a reparar la anomalía.

Ayer lunes fue enviado personal de mantenimiento a realizar las respectivas reparaciones; en desatención a la recomendación de la Asociación de Pacientes, que el día más indicado era el domingo, pues es cuando no se realizan hemodiálisis, la sala permanece vacía; sin embargo a la administración parace no importar en lo absoluto la salud de los pacientes, entre quienes iniciaron los trabajos de reparación.