TEGUCIGALPA - Mateo Yibrin, presidente del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), ha puesto de relieve una preocupación crucial que pasa desapercibida en medio de otros debates en el país: la necesidad apremiante de empleos. En un país donde la falta de oportunidades laborales es palpable, diariamente se observan a jóvenes formando filas en ferias de empleo, maquilas y empresas en distintas ciudades, en busca de la elusiva posibilidad de empleo.

"Lo que más anhela la población y, paradójicamente, lo que menos se discute en Honduras, es el tema del empleo. El proceso de formalización laboral enfrenta una serie de barreras estatales que constituyen un problema fundamental", declaró Yibrin.

La crisis de desempleo es innegable, y este hecho fue reconocido por Eugenio Sosa, director del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), quien subrayó que la creciente pobreza en Honduras tiene su raíz en la insuficiencia de oportunidades laborales, una realidad respaldada por diversos estudios.

Para abordar la problemática de la pobreza en Honduras, Sosa planteó la necesidad de un crecimiento económico sostenido del 5 por ciento. Sin embargo, lamentó que el crecimiento actual se sitúe en un modesto 3 por ciento. Este débil aumento económico es insuficiente para paliar la necesidad de empleos y mejorar las condiciones de vida.

La economía hondureña, según se ha reconocido, genera una cantidad limitada de empleos, un hecho que se refleja en las aproximadamente 280,000 personas desempleadas en el país. Los rostros de jóvenes en búsqueda de oportunidades laborales pintan un cuadro común en diversas ferias de empleo, maquilas y empresas en las distintas ciudades.