En un violento incidente ocurrido el 11 de agosto, en el kilómetro 203 de la ruta al Atlántico, en la aldea Quiriguá, Los Amates, Izabal, Guatemala, dos ciudadanos hondureños perdieron la vida y otro resultó gravemente herido en un ataque armado.

La trágica escena se desplegó en medio de la carretera, dejando una vez más al descubierto la violencia que afecta la región.

Las víctimas, identificadas como Dorian Hasan Loyo Sagastume, de 25 años y originario de El Paraíso, Copán, y Cristian Bladimir Nataren, de 21 años, fueron asesinadas a sangre fría por individuos fuertemente armados mientras viajaban en una camioneta Toyota Land Cruiser de color dorado con placas HED 7901. José Miguel Rojas Valle, de 31 años y procedente del municipio de Nueva Arcadia, Copán, resultó herido en el ataque.

Las autoridades locales, en conjunto con la Policía Nacional Civil (PNC) de Guatemala, han emprendido una investigación para esclarecer los detalles precisos de este trágico enfrentamiento y para identificar a los responsables detrás de este acto de violencia sin sentido.

La escena del crimen fue examinada minuciosamente, y se recuperaron siete casquillos de arma de fuego de calibre desconocido en los alrededores del vehículo en el que viajaban las víctimas, según información proporcionada por la Prensa Libre, medio local.

Las autoridades, basándose en entrevistas y evidencias preliminares, expusieron dos posibles motivos para este ataque brutal.

Una de las hipótesis sugiere que se trató de un ajuste de cuentas debido a una disputa territorial, ya que se cree que las víctimas estaban en camino a un terreno de Dorian Hasan Loyo Sagastume en la aldea Chapulquito, Los Amates, para hacer un conteo de semovientes.

Otra línea de investigación apunta hacia la posibilidad de que uno de los fallecidos hubiera adquirido un terreno en la misma aldea hace aproximadamente tres años, un lugar en el que se sospecha que operan grupos del crimen organizado.