Las declaraciones de la viceministra de Seguridad, Julissa Villanueva, sobre la utilización de armas de policiales en la masacre de la Penitenciaría Nacional Femenina de Adaptación Social (PNFAS) ha alarmado a las organizaciones defensoras de derechos humanos, quienes exigen al Ministerio Público iniciar una investigación de oficio a tales palabras que podrían estar "fundamentadas con pruebas".

A pesar que la Secretaría de Seguridad se desmarcó de tales declaraciones, aduciendo que las mismas la viceministra las formuló a título personal, sin embargo, eso no ha calmado ánimos y por el contrario crece el temor que lo que la funcionaria ha desatado es un torbellino de opiniones.

A l respecto, Danilo Orellana, comisionado de Policía en condición de retiro teme que las declaraciones de Villanueva desemboquen en “un cisma y pugnas internas que pueden traer hasta una demanda internacional, hay que investigar quiénes ingresaron las armas y cómo lo hicieron, quién o quiénes las proporcionaron”, expuso el oficial policial en retiro.

No obstante, desde el Ministerio Público se ha informado que al respecto se encuentran en desarrollo una serie de actividades investigativas, tal como lo confirmo el director de Comunicaciones, Yuri Mora.

“Empezando por las declaraciones de las personas que estuvieron como testigo, de las autoridades que allí estaban, de las que sobrevivieron, los videos, la parte balística. O sea es algo bastante complejo que no se puede resolver de la noche a la mañana pero que se continúa en el trabajo investigativo para determinar exactamente quiénes son las personas responsables”, manifestó.

Por cierto, que después de las ‘explosivas’ declaraciones de la funcionaria, solo se ha referido una vez más a este tema, y fue mediante una publicación en su cuenta personal de la red social “X”, Allí expuso.

“Luego de la tragedia ocurrida en la cárcel de mujeres (PNFAS), he soportado ataques de varios sectores, expresiones injustas que insultan mi profesionalismo y capacidad. Como servidora pública, no permitiré más y, a pesar de que las amenazas están latentes, Honduras debe saber que he realizado mi trabajo en la Secretaría de Seguridad con mucha valentía, dedicación, anhelo por querer hacer eficiente la criminalística en beneficio de la ciudadanía”.

“He sido tolerante hasta con la misoginia y el machismo, pero no tolero las irregularidades, los abusos de poder, la mediocridad en los procesos técnicos y científicos, ni injusticias en perjuicio de las víctimas, sean de donde sean y menos cuando somos funcionarios responsables de servir y proteger”, escribió en alusión, quizá, al lema de la Policía Nacional de Honduras.