Aunque no hay ninguna certeza de la causa del fallecimiento de estos pacientes, han sido noticia las protestas de muchos vecinos en diferentes lugares del país en oposición para que les den terraje a cuerpos que han considerado son víctimas del Covid.

Por ello una mención de reconocimiento a estos vecinos, pues la constante salida de estos vehículos del IHSS por uno de los portones de la colonia Tara de San Pedro Sula, no causa asombro ni preocupación, en muestra de madurez humana y conocimiento de la realidad.

Sin duda, ha comenzado a calar la información brindada desde las fuentes como de la Secretaría de Salud, lo mismo que del Ministerio Público, a través del Departamento de Medicina Forense, en cuanto a cuáles son los rigurosos procedimientos de embalaje de los cuerpos.

La población ha comenzado a tomar conciencia acerca que el tránsito de un cortejo fúnebre y que un cuerpo víctima del Covid sea sepultado en algún cementerio vecino no es nada a lo que se debe temer.

No solo por el estricto protocolo, o medidas de prevención que se toman para la  desinfección del cuerpo y el ataúd, lo mismo que el embalsamiento del cuerpo, que como se ha mostrado, es introducido dentro de DOS BOLSAS PLÁSTICAS HERMÉTICAS, previo a ser depositado en el ataúd.

Que por cierto, todo este proceso no es porque el cuerpo vaya desprendiendo contaminación, sino más, bien para que el personal que lo va a manipular no vaya a ser contagiado con algo aledaño al cuerpo desde la cama hasta su depósito en el ataúd.

Sino también, y tal como los médicos especialistas han manifestado, la única forma que el virus se transmite es cuando lo persona tose, estornuda o habla, mediante pequeñas gotas de saliva, o moco, conocidas como FLÜGGE, que salen expulsadas por la persona y como sabemos, un muerto no tose, no estornuda, ni habla.

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