Sin estar en zona, ni tiempos de guerra, los vecinos de la sampedrana aldea El Zapotal, ubicada al noroeste de San Pedro Sula, tienen meses de estar siendo, literalmente, BOMBARDEADOS por los constructores de la residencial Jaraguá.

Los vecinos de El Zapotal desconocen si esa urbanizadora cuenta con los permisos legales, no solo para haber reiniciado la construcción, porque como recordarán, el Ministerio Público había paralizado dichos trabajos debido a la masacre ambiental que allí se estaba dando.

No crea que lo que se ve al fondo es un incendio forestal, se trata del polvo que levantan las explosiones, eso le puede dar una idea de la fuerza de las detonaciones que allí suceden.

Sin embargo, esta nueva denuncia de los habitantes de la aldea El Zapotal es gravísima porque dichos constructores están poniendo en riesgo la vida de estos pobladores producto de fuertes explosiones con dinamita que hacen volar por los aires grandes trozos de rocas, tal como lo evidencian las gráficas que nos han hecho llegar.

De tal modo que no solo se trata de las paredes rajadas, el ensordecedor estruendo de las explosiones, sino que en varias ocasiones la muerte ha estado a punto de llegarles por los aires, cuando grandes piedras han surcado el cielo desde centenares de metros abajo y han roto techos, cielos falsos y solo un milagro ha hechos posible que una roca de esas no le haya caído a una persona todavía.

Pero estos pobladores no quieren que vaya a suceder una lamentable desgracia para que las autoridades procedan en contra de estos irresponsables que, aparte de continuar masacrando el ambiente, el último pulmón que le quedaba a la ciudad, de paso quieran matarlos a pedradas también.

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