Un tribunal de sentencia de Honduras emitió hoy una resolución unánime absolviendo al excandidato presidencial independiente, y excapitan de las Fuerzas Armadas, Santos Rodríguez Orellana, así como a su esposa y suegra, de los cargos de lavado de activos agravado. La decisión fue tomada por el Tribunal de Sentencia Nacional, basándose en la «insuficiencia en la prueba presentada y evacuada».

Como resultado de la absolución, el tribunal también ordenó revocar las medidas cautelares que los acusados venían cumpliendo y extendió una carta de libertad provisional en su favor.

El Ministerio Público había acusado al excandidato presidencial de llevar a cabo operativos en la zona de Gracias a Dios, donde, según alegaban, no declaraba completamente el dinero o la droga incautada, quedándose con parte de los bienes confiscados. Además, se le vinculaba con un grupo delictivo en La Ceiba llamado ZIPE, al cual se enviaban las armas decomisadas.

Según testigos, Rodríguez Orellana también estaba involucrado en el decomiso de vehículos que transportaban grandes sumas de dinero en dólares. Además, se le acusaba de estar relacionado con la muerte de varias personas, incluido un informante de la Agencia Antidrogas de los Estados Unidos (DEA).

El Ministerio Público afirmó que, según escuchas telefónicas, el acusado negociaba la entrega de drogas que habían sido robadas a otras organizaciones criminales en la Mosquitia. Todo el dinero obtenido de estas actividades ilícitas supuestamente era enviado a su esposa y suegra.

Rodríguez Orellana y su esposa fueron detenidos el 4 de noviembre de 2021 en el Aeropuerto Internacional Toncontín de Tegucigalpa, cuando regresaban de un viaje por la isla de Roatán. La suegra, quien trabaja en un mercado en Santa Rosa de Copán, también fue detenida ese mismo día en esa ciudad.

Análisis financieros revelaron que el excapitán de las Fuerzas Armadas había recibido más de 2,5 millones de lempiras (101.821 dólares) en ingresos brutos y 813.918 lempiras (33.149 dólares) en salarios netos. Sin embargo, su esposa y suegra tenían ingresos no justificados que ascendían a más de 238 millones de lempiras (9,7 millones de dólares) entre 2010 y 2020, sin que se conociera el origen de esas transacciones financieras ni las inversiones realizadas.

El Ministerio Público concluyó que existía una clara relación entre el lavado de dinero y el narcotráfico, argumentando que la actividad mercantil registrada por la esposa y la suegra de Rodríguez Orellana ante el Servicio de Administración de Rentas (SAR) no era coherente con lo declarado.

Es importante destacar que Santos Rodríguez Orellana había sido cesado del Ejército por «actos deshonrosos, contrarios a la ética y que afectaban «el prestigio e imagen de la institución». En 2016, el excapitán denunció públicamente la infiltración de las Fuerzas Armadas de Honduras en el narcotráfico.

A pesar de las acusaciones presentadas, el tribunal consideró que no existían pruebas suficientes para respaldar los cargos de lavado de activos agravado contra los acusados y, por lo tanto, decidió absolverlos por unanimidad.