Tegucigalpa - La falta de especialistas médicos y la carencia de estrategias efectivas han sumido al sistema de salud de Honduras en una preocupante involución, agravando el acceso y la calidad de la atención médica en el país.

En los últimos años, las muertes debido a enfermedades no transmisibles como cáncer, diabetes e hipertensión han ido en aumento. Sin embargo, el número de especialistas médicos capacitados para abordar estas condiciones críticas ha disminuido significativamente, evidenciando una clara regresión en el sistema sanitario hondureño.

La directora de Salud de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), Blanca Munguía, señala que esta situación es consecuencia de la falta de visión y planificación estratégica para fortalecer los servicios de salud, y destaca la ausencia de un análisis que permita determinar el déficit actual de especialistas médicos.

Tanto representantes del Instituto Hondureño de Seguridad Social como de la Secretaría de Salud han sido criticados por actuar sin considerar la cruda realidad que enfrentan los pacientes, según comentó la diputada Johana Bermúdez.

Honduras carece de una política nacional para la gestión del talento humano en salud, y la formación médica se enfoca mayormente en el tratamiento de enfermedades en lugar de priorizar la prevención, según lamentó la doctora Bermúdez.

Este preocupante escenario no es exclusivo de Honduras; a nivel global, la escasez de especialistas médicos es una problemática creciente. La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que para el 2030 podrían faltar hasta 10 millones de especialistas médicos, afectando principalmente a los países con menos recursos.

En Honduras, la apertura de citas médicas para los beneficiarios del seguro social se ha convertido en un desafío. En octubre pasado, la demanda abrumadora generó interminables filas en busca de consultas, evidenciando la preocupante escasez de especialistas y la dificultad de acceso a la atención médica.

Según informes, mientras la recomendación internacional es de 230 médicos por cada 100,000 habitantes, Honduras apenas cuenta con 2.2 médicos por la misma proporción de personas, una situación crítica que impacta especialmente en el tratamiento de enfermedades no transmisibles.

Para formar un médico especialista se requieren al menos 14 años de estudios, y el retorno a trabajar en el sector público se ve dificultado por las condiciones más favorables que ofrece el ámbito privado, según afirma la doctora Bermúdez.

Las enfermedades no transmisibles representan la principal causa de muerte en Honduras, con un 71.4% de decesos atribuidos a estas enfermedades, según datos de la Organización Panamericana de la Salud. La falta de estrategias efectivas de prevención ha generado un alarmante aumento en la atención de enfermedades como la diabetes, que vio un incremento del 65,930% en consultas entre 2018 y 2020.

La carencia de médicos especialistas en áreas como endocrinología, cardiología, oncología y nutrición agrava aún más esta situación. A pesar del aumento en la atención médica, se estima que más de un millón de hondureños padecen diabetes y que la prevalencia de hipertensión en el país es considerablemente alta en comparación con otros países de la región.

Expertos señalan que, además de la falta de especialistas, la ausencia de estrategias claras y un enfoque integral para la prevención de enfermedades en el primer nivel de atención son factores críticos que perpetúan esta crisis sanitaria.

El cardiólogo Harnoldo López enfatiza la urgencia de un plan definido en salud pública y la necesidad de alcanzar áreas remotas que carecen de atención médica adecuada. La parálisis legislativa también se señala como un obstáculo en la implementación de políticas de salud efectivas.

La situación financiera tampoco es alentadora. El director del IHSS, Gaspar Rodríguez, advierte sobre la insuficiencia de recursos para atender la creciente demanda, subrayando la necesidad urgente de reformas legislativas para mejorar los ingresos y la sostenibilidad del sistema de salud.