La sesión número 63 del concejo municipal se convirtió en un verdadero campo de batalla entre los regidores y el alcalde Roberto Contreras. Durante 56 minutos y 48 segundos, los ánimos se encendieron y las discrepancias se hicieron evidentes en el salón consistorial.

La sesión comenzó como de costumbre, con el saludo y la asistencia, habiendo quórum presente. A las 10:07 a.m., el alcalde dio inicio a la sesión después de que la campana sonara, y la secretaria procedió a leer la agenda, que constaba de 22 puntos. Entre ellos, se encontraba la ratificación de las actas 56, 57, 58, 59 y 60, pero sorprendentemente, no se contemplaba la polémica acta 61.

En la sesión anterior, el regidor José Antonio Rivera presentó una moción relacionada con el informe del Tribunal Superior de Cuentas (TSC) y solicitó que se cumplieran las recomendaciones emitidas en el caso Sulambiente. Rivera dejó en claro que no se trataba de exigir el pago de costos adicionales, sino de cumplir con el fin de evitar problemas futuros, ya que la notificación del organismo llegó a la Corporación Municipal. En esa ocasión, los regidores Carmen Elena Paz, Armando Calidonio, Vicente López, Eriselda Leonardo, María Elena Vega y Francis Rodríguez secundaron la moción. Sin embargo, el alcalde decidió cerrar abruptamente la sesión, afirmando que ellos tomarían las medidas adecuadas respecto al asunto.

En esta última sesión, la regidora Carmen Elena Paz tomó la palabra y presentó una moción para aprobar una agenda alternativa, respaldada por la Ley de Municipalidades. A diferencia de la agenda propuesta por el alcalde, esta incluía la ratificación de las actas 56, 57, 58, 59, 60 y 61. La única coincidencia entre ambas agendas era el punto referente al equipo médico del macrodistrito de salud de Cofradía.

Vicente López, otro regidor, secundó la moción presentada por Paz, generando así un conflicto con el alcalde, quien afirmó que ya se había propuesto una agenda y esa era la que se debía cumplir. Este desacuerdo inicial desencadenó una acalorada discusión.

Durante el debate, el alcalde Contreras se dirigió de manera despectiva a la regidora Paz, solicitando que fuera ella la secretaria de la sesión y leyera las agendas y mociones. Ante esto, Paz le recordó su rol como regidora y exigió respeto.

En medio de la tensión, el regidor José Antonio Rivera intervino y explicó que había dos agendas en consideración, siendo una de ellas respaldada por una mayoría. Rivera argumentó que lo correcto sería someter ambas agendas a votación para mantener la armonía. Sin embargo, las regidoras Eriselda Leonardo y María Elena Vega apoyaron al alcalde, quien insistió en repetir la lectura de la agenda en varias ocasiones.

Finalmente, Contreras llevó ambas agendas al pleno, obteniendo el respaldo de cuatro regidores para su propuesta, mientras que seis regidores apoyaron la agenda presentada por Paz, la cual incluía la ratificación del acta 61. La reacción del alcalde ante el resultado fue de molestia, y le dijo a la regidora Paz: «Siga la sesión regidora, es su agenda, no la mía».

En medio de la confrontación, el vicealcalde Omar Menjívar intervino con prudencia y llamó a la cordura. Menjívar destacó que si bien el evento era inusual, no debía considerarse arbitrario o inconveniente. Recordó que la agenda propuesta por el alcalde era solo una propuesta y que la decisión final recaía en la Corporación Municipal. Menjívar instó al alcalde a cumplir con su papel de director de la Corporación y dirigir la sesión, sin delegar esa responsabilidad a la regidora Paz o cualquier otra persona.

Contreras tomó la palabra nuevamente y expresó su preocupación por el precedente que se estaba sentando, temiendo que este tipo de situaciones se repitieran en futuras sesiones. Sin embargo, el regidor Calidonio intervino para recordar que la agenda ya había sido aprobada y que no era posible agregar nuevas mociones. Calidonio destacó la importancia de respetar la ley y no caer en la ilegalidad.

La secretaria municipal, María Luisa Pascua, aclaró nuevamente al alcalde el procedimiento, señalando que la agenda había sido aprobada por mayoría de votos. Además, se ratificó el acta 61, que ordenaba a la corporación cumplir con las recomendaciones del Tribunal respecto al caso Sulambiente.

Finalmente, se aprobó una moción para equipar el macrodistrito de salud de Cofradía. La sesión concluyó con la urgencia de una conciliación entre los miembros de la corporación en beneficio de la ciudad.

A pesar de los desacuerdos y tensiones, la sesión 63 dejó en evidencia la importancia de un debate respetuoso y la necesidad de cumplir con los procedimientos legales establecidos. La voluntad mayoritaria de la Corporación Municipal prevaleció, destacando así la importancia del diálogo constructivo para tomar decisiones en beneficio de la comunidad.