La solicitud hondureña a la OEA es sobre una evaluación integral del desempeño y logros de la Maccih, causa extrañeza la condicionante que tal informe servirá para “definir” el rumbo a seguir con la Maccih.

En la solicitud formulada el 19 de julio, la entonces canciller, María Dolores Agüero, expuso que el gobierno hondureño consideraba propicio el momento para solicitar a ese organismo “una evaluación integral del funcionamiento y resultados de la Maccih”.

El análisis solicitado, sería contemplativo en sus cinco objetivos y cuatro líneas de acción conforme a lo establecido en el mutuo convenio. La misma solicitud ‘recomienda’ que la “Evaluación podría ser encargada a una institución  internacional independiente, cuyo propósito sea analizar el estado de cumplimiento de sus propósitos fundamentales, desde su establecimiento como una Misión de apoyo, cooperación y acompañamiento al gobierno e instituciones del Estado en su lucha contra la corrupción y la impunidad, dentro del ordenamiento constitucional y legal hondureño, garantizando el compromiso de la evolución institucional y la confidencialidad de sus actuaciones”.

En el último párrafo de la solicitud asoma una condicionante, que podría venir a sembrar dudas acerca del futuro de la Maccih.

“Una vez recibido el informe de la evaluación de la Maccih, el gobierno y la Secretaría General podrían utilizarlo como punto de partida para definir el rumbo a seguir con relación a esta modalidad de cooperación de lucha contra la corrupción y la impunidad.

Este miércoles, ya con nuevo canciller hondureño y sin un embajador ante la OEA, el Secretario General, Luis Almagro respondió.

“Al respecto, me complace comunicarle que la SGOEA iniciará cuanto antes las gestiones  necesarias para realizar dicha evaluación integral e independiente del desempeño de la Maccih en sus cinco objetivos y cuatro líneas  de acción. Los resultados del trabajo de evaluación, cuyos plazos serán determinados oportunamente, serán insumos indispensables para continuar trabajando a futuro en conjunto en la lucha contra la corrupción y la impunidad en Honduras”.

Algo curioso es que al momento de la respuesta del organismo interamericano, los dos funcionarios hondureños por donde pasó la solicitud hasta la OEA, ya no están en el gabinete de gobierno.