Ahora también la viceministra de Seguridad, Julissa Villanueva, que se muestra en desacuerdo con esa decisión de Gobierno, debido a los inconvenientes que generaría en cuanto a costos, acceso y otros factores.

Y es que aparte del factor del impacto ambiental, también está el tema de logística, teniendo en cuenta que la población, tanto reclusa como de seguridad penitenciaria que allí sea destacada, deberá de proveérsele desde agua, y si recordamos que a menudo no hay siquiera para proveerles comida en las actuales cárceles, no queremos ni pensar en el grave problema que sería una cárcel en medio del océano.

Por lo que la funcionaria expresó. “Yo particularmente no estoy de acuerdo con una cárcel en la Isla del Cisne y respeto la opinión de los demás”.

Las razones que expuso la viceministra de Seguridad son porque “una mega cárcel alejada generaría mucho inconveniente en cuanto a dinero, accesos, fenómenos climáticos, etc. Es una decisión que creo debe ser consensuada y vista desde una óptica integral”.

La idea de alejar a los miembros más peligrosos de estructuras “y colocarlos en una isla paradisíaca no siento sea la mejor solución”.

Villanueva también refirió a la lucha que libra el Gobierno contra las organizaciones del crimen organizado y apuntó que es un problema estructural que tenemos que combatir en conjunto con un sin número de operadores, no solo una persona puede cambiar todo.