No es que Pedro Picapiedra y Pablo Mármol sean agentes del Instituto de la Propiedad (IP), pero la idea del Instituto de la Propiedad (IP), de extender placas vehiculares en papel para salvar la situación ante la ausencia de placas metálicas, linda con lo cavernícola.

Solo en la ciudad de San Pedro Sula, unos 600 propietarios de carros acuden a las locales oficinas del Registro Vehicular en el IP, en busca de este identificador particular de automóviles, sin embargo, desde finales del mes anterior la institución se ha quedado sin placas metálicas.

Por lo que a los propietarios de carros que llegan a solicitar la placa les están emitiendo una autorización para circular firmado por la directora de Registro Vehicular, Elisa Borjas. El documento es provisional con la identificación del solicitante y las características del vehículo y un código QR con la información del solicitante en la plataforma del IP.

Al parecer, las únicas placas metálicas con las que hasta hace poco contó el IP son las que fueron compradas durante la administración anterior, lo cual significa que no hubo previsión y ahora habrá que esperar a que los actuales administradores realicen una nueva compra en Estados Unidos, o sea habrá que esperar algunos meses para ello.

Borjas espera que hacia octubre se cuente con las placas formales. La funcionaria calmó las inquietudes de los usuarios al expresar que las placas en papel tienen la misma validez que las placas metálicas.

Algo positivo de esta crisis es que se abre la posibilidad que, hacia un futuro, las autoridades hondureñas fabriquen estos identificadores vehiculares, esta es una posibilidad que ya es analizada por los técnicos de la Secretaría de Finanzas.