San Pedro Sula.-  Alrededor de 30 unidades del transporte urbano que cubren el corredor San Pedro Sula-Ticamaya se encuentran paralizadas debido a la persistente extorsión en la zona norte de Honduras. Según un conductor, una nueva estructura criminal exige pagos exorbitantes a los operadores para permitirles trabajar en la región.

Los propietarios de las unidades están actualmente en negociaciones con los presuntos criminales para reducir la cifra solicitada, en un intento por mitigar el impacto financiero en el servicio de transporte y garantizar la seguridad de los conductores y usuarios. Esta situación pone de manifiesto los desafíos continuos que enfrenta el transporte público en la zona debido a la actividad delictiva.

Las autoridades locales están siendo informadas sobre esta situación, mientras la comunidad espera una respuesta para restablecer el servicio y abordar la problemática de la extorsión en el país.