Tegucigalpa. La crisis en el sistema de salud de Honduras ha alcanzado niveles alarmantes, y esta vez los más de 500 pacientes con cáncer en el Hospital San Felipe de Tegucigalpa enfrentan una situación de vida o muerte debido a la escasez de tratamientos de radioterapia.

La radioterapia es un componente vital en la lucha contra el cáncer y, en muchos casos, es el único método efectivo para combatir la enfermedad. Sin embargo, la falta de suministros y equipo en el centro asistencial  ha dejado a 567 pacientes en una lista de espera desesperada para recibir este tratamiento esencial.

Cada sesión de radioterapia representa un gasto significativo, con un costo que oscila entre 5 y 10 mil lempiras por sesión. Para muchos pacientes hondureños humildes, costear su tratamiento de radioterapia externamente es una carga imposible de sobrellevar. En total, un paciente que deba costear su tratamiento de radioterapia necesitará contar con alrededor de 175 mil lempiras, una cifra inalcanzable para la mayoría de los afectados que recurren a establecimientos públicos.

La crisis en el Hospital San Felipe se ha agudizado en los últimos años, con pacientes oncológicos reportando fallas constantes en la máquina de radioterapia. Ante esta situación desesperante, muchos pacientes se han visto obligados a realizar rifas, noches benéficas, solicitar préstamos y pedir ayuda a personas solidarias para poder costear sus tratamientos.

Otros pacientes acuden al hospital con la esperanza de que, de alguna manera, puedan recibir sus radioterapias. Uno de los pacientes fue entrevistados y expresó su angustia y necesidad de ayuda, ya que sienten que no tienen a quién recurrir. «Estamos dispuestos a morir porque aquí nadie nos escucha, y cuando preguntamos, se burlan de nosotros», lamentó.

«No tenemos para irnos a una clínica privada, porque nos falta el dinero. Lo único es que esperamos que la gente de buen corazón nos ayude», agregó.

Los pacientes oncológicos, quienes luchan por salvar sus vidas, esperan una solución pronta y efectiva, y que las autoridades cumplan con las promesas de mejorar el acceso a los tratamientos de radioterapia en el país.