Tegucigalpa. En medio de una intensa polémica política, el todavía designado presidencial, Salvador Nasralla, hizo declaraciones contundentes este lunes, afirmando que él será el próximo mandatario hondureño y que su esposa, la congresista Iroshka Elvir, ocupará el cargo de primera dama.

Nasralla reaccionó a las declaraciones previas del presidente del Congreso Nacional, Luis Redondo. Esto luego de que Redondo haya sugerido que Nasralla podría acudir a la Sala de lo Constitucional si no estaba satisfecho con el tratamiento de su solicitud de renuncia como designado presidencial en el Congreso Nacional.

El líder político manifestó su descontento con Redondo, acusándolo de abuso de autoridad por utilizar un canal de otro poder del Estado para atacarlo. «Vuelve a atacar a las mujeres, y su intención es atacar a Iroshka», afirmó Nasralla, reiterando su convicción de que él ocupará la presidencia y su esposa será la primera dama.

Además, Nasralla señaló que Redondo está enfrentando un juicio en Estados Unidos por no pagar los alimentos de su hijo, lo que, según él, evidencia la hipocresía del presidente del Congreso Nacional.

El político también denunció una presunta estrategia entre Redondo, Rixi Moncada y Mel Zelaya para instaurar una dictadura en Honduras, siguiendo el modelo de Daniel Ortega en Nicaragua y Nicolás Maduro en Venezuela. Nasralla afirmó que esta estrategia tiene como objetivo llevar al país hacia el comunismo y la pobreza.

Por último, Nasralla subrayó que Redondo no representa al Congreso Nacional en su totalidad, sino que es simplemente un empleado del «dictador de Honduras», en referencia al asesor presidencial Manuel Zelaya Rosales.

Estas declaraciones evidencian las tensiones y divisiones en el panorama político hondureño, mientras el país se prepara para el proceso electoral de 2025.