San Pedro Sula.- En una entrevista en el programa "En La Mira," el subcomisionado noroccidental de la Secretaría de Gestión de Riesgos y Contingencias (Copeco), Frank Antúnez, brindó detalles sobre la situación de inundaciones en Honduras. Antúnez explicó que el río Chasnigua se estaba desbordando debido a las fuertes lluvias y la acumulación de basura, lo que aceleraba el desborde. 

Hasta las 10:00 de la noche, aproximadamente 35,500 personas se habían visto afectadas por las recientes lluvias en el país.

Antúnez explicó que como autoridades se habían estado preparando para estas condiciones climáticas, anticipando un aumento en el nivel del río Ulúa.

Hasta la fecha se reportan 35,500 personas afectadas y seis muertes por las llenas que han dejado los fenómenos naturales en el territorio nacional.

Según el entrevistado, esperaban un pico en el crecimiento del río de entre 6 y 8 pies durante la noche. Sin embargo, se activó el canal Marimba, lo que proporcionó un alivio al río Ulúa, especialmente en la zona de El Progreso.

El subcomisionado destacó la importancia de la colaboración entre Copeco y las alcaldías locales para abordar la situación.

Señaló que han estado monitoreando las 24 horas y trabajando incansablemente para garantizar la seguridad de la población.

A pesar de la complejidad de la situación, señaló que el río Ulúa había disminuido de 6.85 a 6.55, lo que indicaba una tendencia a la baja en los niveles del agua. No obstante, advirtió sobre áreas propensas a inundaciones debido a la acumulación de basura, como La Flor de Cuba.

Antúnez también mencionó incidentes anteriores, como lo ocurrido en Potrerillos, donde la obstrucción de un puente por basura provocó inundaciones que afectaron a 408 familias. En respuesta, enfatizó la necesidad de educar a la población sobre la importancia de no arrojar basura en áreas vulnerables.

El municipio de Villanueva fue identificado como uno de los más afectados, con un desbordamiento del río Chasnigua debido a la acumulación de basura.

Indicó que Copeco envió equipos para despejar el sedimento y permitir un flujo normal del agua. Otros lugares, como San Manuel y la 15 de Septiembre, también experimentaron estancamientos de aguas pluviales.

En cuanto a la situación en Omoa, se informó que se recibieron 820 milímetros de agua, lo que causó deslizamientos e inundaciones. En la zona, más de 400 familias resultaron afectadas, y se llevaron a cabo acciones de socorro.

Por su parte, el ministro de COPECO, Darío García, explicó que se esperaban más lluvias en la zona norte y en las montañas del occidente, pero se anticipaba una disminución gradual de las precipitaciones durante este martes y la posibilidad de un día relativamente normal el miércoles.

García señaló que la preocupación principal era el nivel del caudal del río Ulúa y el monitoreo constante de la situación en los municipios.

También mencionó que se estaba revisando el nivel de alerta en diferentes departamentos y que se esperaba tomar decisiones hoy al mediodía basadas en la evolución del clima.

Hasta ese momento, se habían registrado cinco personas fallecidas a causa de las lluvias, y se estaba investigando la de una sexta víctima. Las autoridades se comprometieron a proporcionar información actualizada a medida que la situación se desarrollara.