San Lorenzo. En un trágico incidente, Karla Aguilar, una enfermera de 48 años, sufrió graves quemaduras y perdió su mano tras la explosión de un mortero en su negocio de pólvora en San Lorenzo, Valle, al sur de Honduras.

El accidente ocurrió cuando un niño intentó levantar un mortero caído, y Aguilar, en un acto de valentía para evitarle daños, recogió el artefacto, resultando en la explosión que le provocó lesiones irreparables.

La enfermera fue trasladada de inmediato al Hospital General del Sur en Choluteca, donde, a pesar de los esfuerzos médicos, no se pudo salvar su mano. Cabe destacar que Aguilar trabaja en este mismo centro asistencial, donde ahora enfrenta las secuelas de este trágico incidente. Lo que comenzó como una actividad comercial en la temporada navideña se tornó en una tragedia inesperada.

Afectados por pólvora

El informe detalla que esta lamentable situación eleva a tres el número de personas quemadas por pólvora en Honduras en esta temporada. Dos de ellas son niños de 17 y 7 años. El menor sufrió quemaduras faciales tras la explosión de un mortero en Choluteca. Ambos niños están recibiendo atención en el Centro Hondureño para el Niño Quemado (Cehniq) en Tegucigalpa, la capital del país.

Este incidente resalta los peligros asociados con el uso irresponsable de fuegos pirotécnicos, especialmente durante las festividades de fin de año. En el periodo comprendido entre diciembre de 2022 y enero de 2023, Honduras ya reportó 11 casos de niños quemados debido al manejo inadecuado de pirotecnia. Las autoridades instan a la precaución y a seguir las normativas de seguridad para evitar más tragedias durante esta temporada festiva.