Tegucigalpa.  Una vez más, la extorsión ha llevado a la paralización de una ruta de transporte público en la capital de Honduras. Delincuentes entregaron un teléfono  en la ruta Carrizal-Miraflores, desde donde dieron instrucciones para el cobro del denominado «Impuesto de Guerra» y por temor a perder la vida, quienes trabajan cubriendo esta zona prefirieron parar todas las unidades.

La ruta este día no circuló y se sumó a otras tres rutas que se encuentran paralizadas en Tegucigalpa y Comayagüela  debido a la extorsión, un flagelo que continúa golpeando fuertemente al sector del transporte público.

Los hondureños que trabajan en este rubro para ganarse de manera honrada la vida,   hacen un llamado urgente a las autoridades de la Secretaría de Seguridad para que investiguen y desarticulen todas las bandas criminales que mantiene aterrorizados a los operarios del sector del transporte.

Los transportistas reconocen que con las intervenciones en las cárceles había disminuido las llamadas de extorsión, pero lamentablemente el problema sigue sin resolverse por completo. Según datos de la dirigencia del transporte, en lo que va del año, han perdido a unos 48 compañeros debido a la negativa de pagar el «impuesto de guerra».

Cabe mencionar que el pasado 24 de noviembre de 2022,la presidenta Xiomara Castro declaró la guerra a la extorsión y prometió erradicar este delito que afecta gravemente a transportistas, empresarios y emprendedores. Casi 10 meses después de este anuncio, las bandas criminales continúan recibiendo pagos a través de la violencia y la intimidación, lo que indica que los resultados del plan impulsado por el Poder Ejecutivo hasta el momento han sido insuficientes.