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Iglesia católica celebró la Vigilia Pascual “la madre de las vigilias”

Muchos feligreses llegaron la tarde noche del sábado hasta la Basílica Nuestra Señora de Suyapa para participar de la Vigilia Pascual, “la madre de las vigilias”, con la que se da por concluido el Triduo Pascual, y nos prepara para el Domingo de Resurrección.

Esta celebración solemne comenzó con la bendición del fuego nuevo, donde el Cirio Pascual representa a Cristo resucitado que es luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este mundo, y que disipa la oscuridad a causa del pecado y sus consecuencias.

En la homilía, monseñor José Vicente Nácher Tatay recordó que durante la noche santa, Cristo es la luz nueva, el sol sin ocaso. “Él nos ha hablado y hemos escuchado. Y vamos en breve a ser testigos del bautismo de los catecúmenos, y a renovar las promesas de nuestro bautismo; por el que fuimos sepultados con Cristo. El Bautismo es uno, y de él proviene toda gracia divina y todo compromiso nuestro. No estamos repitiendo el Bautismo, sino renovando nuestra aceptación y haciendo más consciente nuestra pertenencia a Él”.

Además, dijo que “esta vigilia es importante y extensa, pero terminará y volveremos a nuestras casas, allí es la Galilea de nuestro tiempo, el lugar de la vida cotidiana dónde nos espera el resucitado. Esta vigilia, en la que desbordamos de gozo, contiene una alegría que desborda nuestras expectativas. El Resucitado nos precede en Galilea, allí debemos ir, a nuestro trabajo, nuestros amigos, nuestra familia, porque ahí es donde le podemos encontrar, escuchar y discernir. También nos pidió, no olvidemos al Resucitado en la Galilea de nuestra cotidianidad, porque muchos podrán verlo a través nuestro. Y concluyó diciendo “corramos también nosotros a decir a nuestros hermanos, que Cristo está vivo”

Con información de Suyapa Medios

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