Y es que en el afán de muchos por departir, olvidar o simplemente beber, un elevado número de familias ve mermada su economía, porque no solo es que no queda para la alimentación de los niños, es que también se diluye el dinero del alquiler, del transporte de los hijos a la escuela, la compra de ropa y calzado, etc.

Si bien es cierto, por el consumo poblacional de bebidas alcohólicas y cigarrillos el Estado percibe ingresos en concepto de impuestos, al final de la carrera le sale más caro porque debe invertir más en atenciones médicas derivadas de accidentes de tránsito, deterioro de la salud, seguimiento terapéuticos y terapias de rehabilitación, entre otros.

Resulta alarmante la pasmosa cifra de consumo, solo en cerveza, divulgada por la doctora Fedra Nadime Thiebaud, directora del Instituto Hondureño para la Prevención del Alcoholismo, Drogadicción y Farmacodependencia (IHADFA), al informar que más de mil millones de litros de cerveza se consumen en el país.

Según estadísticas, el alcoholismo es uno de los principales generadores de pobreza, porque la mayoría de los consumidores prefieren las bebidas embriagantes que llevar comida a sus hogares.

Como parte de la encuesta mundial en cuanto al alcohol, la funcionaria indicó que trabajan y programan una encuesta similar sobre la medición del consumo de estas bebidas en la niñez y la adolescencia hondureña.

«El consumo de alcohol en Honduras es bastante grande, son más de mil millones de litros de cerveza que se consumen, por ende, para nosotros es un desafío prevenir esa ingesta, sobre todo, en los niños y adolescentes para que en el futuro disminuya ese flagelo en la sociedad», manifestó la funcionaria.

Según las autoridades hondureñas, la ingesta de alcohol es el segundo motivo que provoca accidentes de tránsito en el país aparte de otras sustancias o drogas.