Choloma, Cortés.– En una protesta, un grupo de 70 empleados suspendidos durante 120 días tomó este sábado las instalaciones de una fábrica textil en Choloma, ubicada en el norte de Honduras.

La suspensión, que inicialmente se justificó por la falta de trabajo y materia prima, ha provocado una fuerte controversia, ya que los trabajadores argumentan que equivale a un despido indirecto y están exigiendo sus derechos laborales.

Los empleados afectados expresaron su preocupación por la incertidumbre que rodea su situación laboral y han solicitado el pago de su liquidación, ya que consideran que no pueden esperar indefinidamente mientras persiste la suspensión.

Se esperaba que al final de los 120 días, pudieran regresar a sus puestos de trabajo; sin embargo, ahora han decidido buscar una liquidación total para comenzar nuevas oportunidades laborales a principios del próximo año.

El grupo de empleados suspendidos ha dejado claro que su ocupación de las instalaciones continuará hasta que la empresa brinde una solución satisfactoria a sus demandas. Este conflicto laboral ha afectado a los empleados que no han sido suspendidos, ya que no pueden ingresar a la fábrica para realizar sus tareas habituales mientras dure la protesta.