Sin duda, se trata de una comunidad que tiene un nombre muy dulce, pero que hoy tiene un tema muy amargo que anda de boca en boca por todo el pueblo, es el aparecimiento de no menos de siete cabras muertas de forma violenta.

En este municipio, del occidental departamento de Copán,  cualquier persona que le mencione el tema le ‘hace las cruces’, por el misterio que cierne el hecho violento, ya que los animales permanecían en su redil, de donde fueron sacadas.

De igual manera, la fábula da paso a que los vecinos piensen en que el responsable sería un animal o ser ficticio, como los que se mencionan en las clásicas historias de terror en obras literarias hondureñas.

En cualquier caso, la preocupación de los vecinos es el denominador común, ya que no se trata de ficción, ni fábula, al contrario, es tan real como inquietante porque al ser comunidades pobres, el contar con sus “animalitos”, es tener una fuente de esperanza para el ‘cada día’.

Los cadáveres de las siete cabras quedaron desangrados en las cercanías de las jaulas donde permanecían encerradas.

Por los actos violentos, los vecinos de esta comunidad no descartan que se trate de un animal carnívoro como un puma.

Aunque la hipótesis se descarta cuando se observa que los animales no fueron devorados, solo asesinados.

En algún momento se habló de un supuesto “chupa cabra”, lo que su vez da paso a un sinfín de cuentos en torno a la muerte de estos animales.