El narco traficante hondureño Héctor Emilio Fernández Rosa, conocido como «Don H», está librando una batalla legal en busca de la anulación de su sentencia por tráfico de drogas impuesta en 2019 en la Corte del Distrito Sur de Nueva York.

Fernández Rosa, quien cumple una sentencia de cadena perpetua en una prisión de máxima seguridad en Terre Haute, Indiana, ha decidido representarse a sí mismo para apelar su condena, argumentando irregularidades procesales y abusos legales.

«Mi condena está plagada de irregularidades procesales y abusos legales. Por ello, me veo en la necesidad de apelar esta injusticia por mi propia cuenta», afirmó.

El principal argumento de «Don H» gira en torno a la oposición del gobierno a su moción bajo el artículo 2255 del código de Estados Unidos, donde cuestiona la legitimidad de su condena perpetua. Alega que su sentencia fue el resultado de una mala interpretación de las leyes aplicables y una aplicación indebida de las enmiendas recientes a las directrices de sentencia por parte de la Comisión de Sentencias de Estados Unidos (USSC).

Además, Fernández Rosa acusa al fiscal Emil Bove de mala conducta, alegando que le prometió una reducción de sentencia a cambio de cooperación, una promesa que nunca se cumplió. «Esto es una violación flagrante de mis derechos y un factor crucial en mi condena injusta», señaló.

Esta no es la primera vez que «Don H» busca apelar su sentencia. En 2021, su primera apelación, que argumentaba errores de procedimiento en el cálculo de su sentencia, fue denegada. En 2023, su segunda apelación, donde solicitaba su excarcelación por razones de salud, también fue rechazada.

Fernández Rosa fue detenido en octubre de 2014 y extraditado a Estados Unidos en septiembre de 2015. Según las autoridades estadounidenses, ganó aproximadamente 50 millones de dólares por sus actividades de narcotráfico y fue vinculado con el narcotraficante Juan Antonio «Tony» Hernández, quien también fue sentenciado a cadena perpetua.

Las autoridades también lo vinculan con varios asesinatos, incluyendo el del ex diputado Mario Fernando Hernández Bonilla en 2008 en San Pedro Sula, Cortés.