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Divorcio entre la rama militar y la Policía Nacional se traduce en inseguridad poblacional


Este recelo profesional, que por cierto, es de larga data en Honduras; viene desde tiempos de los gobiernos militares después del golpe de Estado a Ramón Villeda Morales, cuando disolvieron la Guardia Nacional Civil y fue creado el Cuerpo Especial de Seguridad (CES), bajo la éjida de las Fuerzas Armadas.

Y como desde esa época predominaron los gobiernos militares, el resentimiento, por un lado y menosprecio por otro se fue ensanchando, en donde el castigo para los oficiales militares era enviarlos a comandancias policiales, sin ser policías, así, el recelo se volvió añejo.

Durante la administración de Carlos Reina se practicó una reorganización de la Secretaría de Seguridad, que le devolvió su propia identidad a la Policía, desde luego manzanas podridas en cualquier canasto hay, y el órgano de Seguridad no fue inmune a ese problema.

Pero lo que hizo el expresidente Juan Hernández, devolviéndole ‘las rayas al tigre’ y de nuevo, poniendo detrás de la cabeza a la Policía Nacional, fue un grave retroceso. Tal divorcio es explicación más que elocuente a qué se debe el desastre de seguridad población que agobia a Honduras en la actualidad.

El comisionado general de policía en retiro, Leandro Osorio, así lo expresa. “Yo creo que ese es un matrimonio que va a ser difícil poder recuperar, pero de limar asperezas yo lo dudo, porque tenemos unas Fuerzas Armadas que lo que quieren es ser policías, lo que quieren es tener el control de la seguridad pública; de hecho tiene su policía, que es una policía hibrida”.

“Que fue manejada por narcos y que no pasó por los procesos que deben de pasar. Si se hiciera una investigación detallada de los miembros de la Policía Militar se dieran cuenta que varios procesos no se los hicieron”.

Con respecto a la armonía que debe existir entre  estas dos fuerzas tan importantes del Estado, Osorio reiteró que no será fácil, muestra de ello es cuando la Presidente Castro ha llamado a la Secretaría de Defensa a que salga en apoyo a la Secretaría de Seguridad, cada quien anda por su lado. “No hay una articulación entre las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional”, lamentó.

No obstante, sí considera necesario que las dos instituciones se unan, trabajen de manera articulada para luchar contra el flagelo de la criminalidad. “Pero ellos siempre quieren llevar la dirección policial, cuando esa no es función de ellos, sino que es otra”.

“Entonces mientras ellos no entiendan en su mente y que lo único que quieren es ser policías y no militares, va a ser muy difícil que haya una articulación entre estas dos instituciones”, consideró.

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