Tegucigalpa.- El Congreso Nacional de Honduras presenció un debate destacado el 7 de mayo de 2024, cuando se presentó una iniciativa de ley para crear un Tribunal Constitucional que sería el intérprete último de la Constitución. La propuesta generó reacciones contrarias de diputados de diferentes partidos políticos, incluido el diputado del Partido Libertad y Refundación (Libre), Jorge Cálix, y el jefe de la bancada del Partido Nacional, Tomás Zambrano.

Jorge Cálix, del Partido Libertad y Refundación, expresó su desacuerdo con la propuesta de creación de un Tribunal Constitucional. Argumentó que la iniciativa busca crear un órgano paralelo que asumiría funciones que actualmente corresponden a la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia. Cálix afirmó que esto constituiría un golpe técnico al Poder Judicial, violando la separación de poderes y poniendo en riesgo el equilibrio democrático del país.

El jefe de la bancada del Partido Nacional, Tomás Zambrano, también manifestó su rechazo a la propuesta. Zambrano acusó al partido Libre de intentar perpetuarse en el poder a través de la creación de un Tribunal Constitucional. Según Zambrano, esta medida amenazaría la independencia del Poder Judicial y permitiría que Libre tuviera un control excesivo sobre decisiones políticas clave.

Ambos diputados coincidieron en su oposición a la iniciativa de crear un Tribunal Constitucional en Honduras, señalando las implicaciones negativas que tendría para la separación de poderes y la democracia en el país.

El proyecto de decreto fue remitido a la secretaría y posteriormente a la comisión correspondiente. Dado que se trata de una reforma constitucional, requerirá la aprobación por mayoría calificada de 86 votos en el Congreso Nacional y deberá ser ratificada en la siguiente legislatura.