San Pedro Sula, Honduras – Madrid, España.

Sergio Rivera, un joven abogado hondureño que desafió las adversidades de crecer en el sector Chamelecón de San Pedro Sula, Honduras. Él es el protagonista de nuestra historia de hoy, porque nos muestra una realidad de la que poco se habla, sobre el hecho de la discriminación que reciben cientos de jóvenes en la capital industrial al momento de buscar un trabajo y ser descartados por el lugar donde viven; pero al mismo tiempo nos muestra que muchos de estos jóvenes, así como él que tienen aspiraciones y una fuerza incontenible, los lleva a superar cualquier obstáculo y convertirse en profesionales de provecho para una sociedad que los necesita en realidad.

Sergio asegura tuvo una infancia bonita y feliz en las calles de Chamelecon; si es verdad, que lamenta, que algunos de sus compañeros de juegos de niñez, murieron jóvenes debido a la violencia, él desde pequeño decidió que su futuro debía ser diferente, y buscó en la educación y la música una vía para escapar de las limitaciones impuestas por su entorno.

San Pedro Sula es conocida por su industria y su desarrollo económico, se ha convertido en un desafío constante para jóvenes como Sergio, quienes, a pesar de sus aspiraciones y logros académicos, se ven muchas veces relegados a optar por empleos informales debido a la discriminación asociada con su lugar de residencia. Sergio antes de ser abogado trabajó como electricista para pagar sus estudios y ayudar en su hogar.

A pesar de las dificultades, Sergio perseveró, completando su carrera de abogado en la Universidad de San Pedro Sula. Sin embargo, incluso después de graduarse, fue complicada su búsqueda de empleo en su ciudad natal, debido al estigma que se asocia con Chamelecon. No obstante, Sergio logró obtener un trabajo, y logró ejercer como abogado en San Pedro Sula, demostrando su capacidad y dedicación en el campo legal.

La oportunidad para un cambio significativo surgió cuando se presentó la posibilidad de obtener una beca y estudiar un Máster en Gobierno y Administración Pública en España.

Durante este proceso, Sergio conoció estudiando en la Universidad Complutense de Madrid, a Pía quien se convertiría en su esposa y madre de su recién nacido hijo en Madrid.

Pero antes de que eso ocurriera, tuvo que regresar a Honduras posteriormente de haber completado sus estudios en Madrid; sin embargo, su relación con Pía continuo, hasta el punto de comprometerse y acordar un lugar en el globo terráqueo, para casarse.  Ese lugar fue San Pedro Sula.

Ahora Sergio enfrentaba otro desafío,  el camino hacia la legalización en España, que no estuvo exento de obstáculos.

Sergio describe su experiencia dividida en dos etapas: primero como estudiante y luego como residente permanente.

Comparte las arduas gestiones para obtener la tan ansiada tarjeta de residencia, detallando el tiempo que llevó conseguir una cita para presentar la documentación de su matrimonio con Pía.

Y es importante saber que en España existen infinidad de manera de legalizar la situación de residencia de una persona en el país, puede ser por arraigo social, laboral o familiar, en su caso, lo hizo por esta última figura, a través del matrimonio con un ciudadano de la Unión Europea. Pero para los migrantes en España, en proceso de legalizar su situación, obtener una cita para presentar los documentos ante las autoridades migratorias, puede tardar meses, y en el caso de España, a los migrantes hondureños solo les proporciona tres meses para estar como turista dentro del país, después de ese periodo su situación es irregular. Sin embargo, luego de entradas y salidas al país, para evitar caer en esa irregularidad mientras conseguía una cita, Sergio obtuvo la tan preciada su cita para comenzar su proceso de legalización de residencia en el país.

El joven abogado reflexiona sobre el choque cultural al vivir en España y las complejidades de establecer relaciones sociales en un nuevo país, porque aunque se hable el mismo idioma, la sociedad española y sus círculos pueden ser muy cerrados, y en el trato un poco frívolos. Destaca la dificultad de interactuar socialmente, sumado al hecho de trabajar desde casa.

A pesar de la sorpresa de terminar viviendo en España, Sergio no olvida sus raíces. Expresa su disposición para brindar asistencia técnica en proyectos en Honduras en el futuro, contribuyendo así al desarrollo de su tierra natal.

La discriminación que enfrentó por vivir en Chamelecón llevó a Sergio a dedicarse a proyectos sociales en su antiguo barrio, enseñando música a niños y niñas. Con clases de guitarra de manera voluntaria a los niños interesados en el arte.

Sergio reflexiona sobre el mensaje que la sociedad envía a los jóvenes que viven en Chamelecón y destaca la necesidad de superar esa discriminación. Con firmeza, expone la dificultad de acceder a oportunidades en Honduras, lo que lleva a muchos jóvenes a considerar la emigración como la única opción.

Para el futuro, Sergio se plantea la posibilidad de establecer un puente entre España, Alemania y Honduras para llevar ayuda a proyectos en su tierra natal. Brinda consejos a aquellos que buscan emigrar a España, subrayando la importancia de tener un plan claro y ahorros suficientes para afrontar los desafíos de la vida diaria en un país europeo, porque no es fácil emigrar, y las historias pueden ser muy tristes si no hay un plan previo y un colchón que amortice el cambio. Su historia no solo es la de un individuo que ha superado obstáculos, sino también un llamado a la acción para abordar el estigma y brindar oportunidades a aquellos que buscan superarse a través del estudio y el trabajo duro y honrado.