Damnificados de La Reina: Luchan por un hogar digno tres años después de Eta y Iota
Santa Bárbara. La trágica memoria de las lluvias que dejaron los huracanes Eta y Iota en noviembre de 2020 sigue presente para los damnificados de La Reina, una pequeña aldea en Protección, Santa Bárbara. Tres años después, con 300 nuevas viviendas en la colonia San Francisco de Asís, la situación sigue siendo desesperante y la prometida reconstrucción parece inalcanzable.
A pesar de que las viviendas han sido construidas, la falta de servicios básicos como agua, energía eléctrica, alcantarillado y condiciones mínimas de habitabilidad está dejando a las familias en una situación desesperada.
Las 300 viviendas, que se supone serían el nuevo hogar para aquellos que perdieron todo en el deslave de 2020, están construidas en un 95%, según informó el padre Leopoldo Serrano de la parroquia San Roque en Santa Bárbara. Sin embargo, la falta de coordinación y recursos ha llevado a un estancamiento en la culminación del proyecto, y las condiciones de estas viviendas son inadecuadas para la ocupación.
No tienen otra opción más que volver
Cansados de vivir en albergues improvisados o pagar alquiler, algunos damnificados han regresado a los alrededores del antiguo lugar de La Reina. A pesar del peligro inminente de desprendimientos del cerro La Correa, las familias se arriesgan y vuelven a construir precarias viviendas, buscando una solución a su desesperante situación.
«Esta gente vive con dos tiempos de comida, porque no tienen dinero, no tienen trabajo. Unos pocos consiguen trabajo en la carretera, otros van a la montaña, pero la mayoría no tiene donde trabajar, si antes vivían en la zona rural y ahora, aquí abajo ¿De qué van a trabajar?», expresó el sacerdote.
La falta de empleo en la nueva ubicación ha llevado a algunos a regresar, como es el caso de Manuel Molina, quien confesó que las noches son inquietantes, pero por la necesidad se vio obligó a volver al lugar del desastre.
«En la noche caen piedras, uno está pendiente por cualquier cosa», dijo el ciudadano.
Están en el abandono
La falta de coordinación en el proyecto, antes a cargo de la Unidad Coordinadora de Proyectos (UCP), ahora detenido y sin fondos, ha dejado a estas familias en una situación de abandono. El padre Serrano lamenta que el gobierno haya «burlado» a La Reina y se hayan olvidado de esta comunidad vulnerable.
» El gobierno tiene olvidados a los damnificados, esa es la verdad, se han burlado de este pueblo. Este gobierno no ha ayudado en nada, lo que hicieron fue detener el proyecto, después de un tiempo lo soltaron y después, Finanzas quitó los fondos que tenía asignada la UCP», agregó el religioso.
La situación es aún más crítica debido a la falta de servicios básicos en las nuevas viviendas. La Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) no ha instalado la electricidad, y la conexión de la planta de tratamiento de aguas negras está pendiente por falta de energía. Las casas, aunque construidas, están lejos de ser habitables, ya que han sido víctimas de robos y vandalismo.
«Lo que falta es la instalación del agua, la energía eléctrica y las vías de acceso. Algunas les han robado ventanas, han robado muchas cosas porque nadie las está habitando y nadie está cuidándolas», agregó.
A pesar de que las casas están terminadas en su mayoría, la falta de instalación de agua, energía eléctrica y condiciones básicas ha dejado a estas viviendas vulnerables al vandalismo y al deterioro. Las familias damnificadas, han llegado a la decisión de que «hagan o no la entrega oficial de las casas», ellos las van a tomar, dijo el líder religioso.
La falta de respuesta del gobierno y el incumplimiento de promesas generan desesperación
En medio de la desesperación por seguir viviendo en las actuales condiciones, el padre Serrano dice que «tenemos la fe que para la Navidad, tal vez algunos se vayan a pasar, aunque incómodamente pero la gente ya no aguanta más, no queda de otra».
La lucha de La Reina continúa, sin respuestas claras ni soluciones a la vista. Mientras las familias siguen desamparadas, el gobierno parece haberlas olvidado, dejándolas enfrentar un futuro incierto y una lucha constante por la supervivencia. La pregunta que resuena en La Reina es: ¿cuándo llegará la ayuda prometida y cuándo podrán estas familias empezar de nuevo a vivir con dignidad?.
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