A veces da la impresión que el nombre del país pasa a ser una maldición. Sí, así es, porque en HONDURAS nunca los casos públicos suceden con claridad, impregnados de un contaminanteTURBIO que succiona los temas nacionales hacia oscuras orofundidades.

En Honduras los funcionarios acostumbran, como por maldita ‘genética’, actuar de una forma predestinada a despertar suspicacias. Eso es precisamente lo que ahora se anuncia.

Resulta que la semana anterior con gran estruendo se anunció la separación del cargo al director de la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC), Ricardo Castro, así como su segunda al mando, Kenia Reconco y al abogado, Héctor Morales, entonces jefe de la Fiscalía Especial para la Transparencia y Combate a la Corrupción Pública (FETCCOP).

Este lunes resulta que la novedad es que han sido nombrados en nuevos cargos, es decir, el fiscal general interino, Johel Zelaya, NOMBRÓ en el equipo de la Unidad Fiscal Especializada Contra Redes de Corrupción (UFERCO), a los otrora destituidos, Ricardo Castro y Héctor Morales, informó el director de Comunicaciones del Ministerio Público, Yuri Mora.

Entonces, si se había planificado hacer rotaciones, no resultaba ser más indicado, más práctico anunciar de una vez tal cosa, porque lo que se anunció el jueves anterior fue SEPARACIONES, para que cuatro días después le vengan a 'silbar' al pueblo otra canción, o sea, decir que los “despedidos” son ubicados en otra oficina, la verdad, es que no tiene sentido ni seriedad.

Sin duda, esta será otra decepción más para la vice ministra de Seguridad, Semma Julissa Villanueva, quien se atrevió a expresar su confianza que, con Johel Zelaya, el Ministerio Público podría dar una nueva impresión.