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Centro de Estudios para el Desarrollo del Valle de Sula mantiene vigilancia en ríos caudalosos


De momento, tanto el Ulúa como el Chamelecón experimentan crecidas, las mismas no son de preocupación, en las zonas bajas del valle se registra anegación de cultivos por reflujo de los cauces, esto es lo que dice el ingeniero, Luis Da Costa, analista técnico hidromensor de este centro.

“Efectivamente hay que tener mucha preocupación en este momento por los escenarios que se han presentado localmente y lo que se pueda presentar en las partes altas de las cuencas, principalmente de río Chamelecón con mucha más razón”.

“El día de hoy hemos alcanzado los niveles máximos en lo que va del año en el río Ulúa, que es 1.70 y que representa 250 metros cúbicos y en El Tablón 1.39 para un total de 120 metros cúbicos”, manifestó el ingeniero Da Costa.

Esto se suma a los caudales de los ríos de San Pedro Sula y Choloma y que tienen su naciente en la cordillera de El Merendón. Más los que nacen en la cordillera de Mico Quemado y que bajan al Valle de Sula por los municipios de El Progreso y Santa Rita en el Departamento de Yoro.

“Por eso este escenario que se ha presentado. Y a la vez hacer del conocimiento que estos caudales han podido escurrir sin ningún problema, a excepción de 10 comunidades que están en las partes más bajas donde después de experimentar un reflujo de aquellos caudales que tributan al río Ulúa”.

Reconoció que el asolvamiento de los cauces es un problema adicional en las épocas lluviosas, pero que afortunadamente en este momento el oleaje en el Mar Caribe hondureño no ha obstruido la salida del Ulúa.

El experto del tema hidrológico no descarta que las crecidas de estos ríos caudalosos que nacen en el occidente de Honduras y en su etapa final cruzan el fértil y poblado Valle de Sula, puedan experimentar crecidas que puedan llegar a amenazar a las poblaciones que se han instalado muy cerca a sus riveras y también dañar cultivos.

“Eso va a sucederé así, sabemos que la población está acostumbrada a sembrar en el área que sirve de amortiguamiento entre el río y la estructura del bordo, a lo largo del Valle de Sula efectivamente podrían verse dañados algunos cultivos”.

Caso particular que mencionó es en Potrerillos, en donde el cauce del Río Blanco siempre experimenta un reflujo que el Río Ulúa experimenta crecidas considerables, generando inundaciones no solo en áreas cultivadas en las vegas del río, sino que también en la zona urbana de esa ciudad.

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