Marlon Ochoa, ministro de Finanzas (Sefin), reconoció que gracias al pago del Impuesto Sobre la Renta de más de 38 mil empresas y cerca de 125 mil personas naturales, el gobierno de la Presidente, Xiomara Castro, está cumpliendo las obligaciones administrativas y las promesas de campaña que benefician a miles de hondureños.

Y es que eso es así y así tiene que ser. O sea, lo malo está en desviar lo recaudado o parte de ello hacia la ‘bolsa izquierda’, o ‘hacerse el de a peso’, o ‘el ciego’ con lo que el contribuyente X tiene que pagar, o promulgar leyes para que algunos amigos se vean beneficiados, todo eso es lo que ha estado mal y que no debería de volver a suceder.

Como tampoco debería suceder que cuando se está en las graderías se entonen algunos canticos que ya no suenan igual que cuando se está en la cancha, eso tampoco está bien, porque de demagogia el pueblo está harto.

Desde que Ochoa asumió la dirección del Servicio de Administración de Rentas (SAR), cuestionó y calificó al sector empresarial como una mafia, como parte de su discurso político del Gobierno, hasta denunció que no pagaban sus impuestos y que 10 familias, que nunca reveló su nombre, evadían el fisco y por tal razón están promoviendo la reforma a la Ley Tributaria, que aún no ha sido discutida en el Congreso Nacional, por la falta de consenso.

Empero, el ahora ministro Ochoa en su cuenta oficial de la red social "X" publicó esto:

Ochoa agregó que “el cumplimiento de las obligaciones fiscales y el manejo transparente de los recursos públicos, está permitiendo al @GobiernoHN  de la presidenta  @XiomaraCastroZ  subsidiar a más de 1 millón de familias pobres, invertir en obras de infraestructura que benefician al pueblo y acelerar el desarrollo territorial sin distingo de colores políticos».

Es así como resaltó que “gracias a los pagos de impuestos de la empresa privada la; «SEFIN transferirá más de L906 millones para subsidios en consumo de energía y gas de uso doméstico, beneficiando a más de un millón de familias en situación de pobreza”, que, desde luego está bien.

Y sí, no hay duda, que pagar impuestos de manera equitativa es fundamental para ganar la lucha contra la pobreza y la desigualdad, lo que resta es la transparente administración y así todos en santa paz.