En una carta de cuatro páginas dirigida al juez Kevin Castel, Ana García, esposa del expresidente hondureño Juan Orlando Hernández, defendió la inocencia de su esposo, García aseguró que Hernández es inocente de los cargos que se le imputan y que ha sido víctima de una persecución política.

En la carta, Ana García describió la historia familiar y la trayectoria de Hernández, destacando su compromiso como presidente de Honduras y su lucha contra el narcotráfico.

Asimismo en su escrito detalla que adjuntó boletines de los logros de Hernández como presidente y criticó al sistema de justicia por premiar a los delincuentes que dirigen los carteles de la droga.

Además, García señaló que el país más desarrollado del mundo no pudo presentar pruebas materiales ni evidencia real, como grabaciones, videos o registros financieros, en contra de Hernández. Afirmó que el juez Castle ya había prejuzgado a Hernández y expresó su temor a que la sentencia sea injusta.

Es absurdo, es cruel, es una tremenda injusticia y hoy quiero decirle por qué, porque no tienen nada en contra de Juan Orlando Hernández, se basan en una negociación geopolítica donde sectores oscuros de la DEA que tienen control del tráfico de drogas en la región no estuvieron de acuerdo con las políticas que implementó mi esposo. declaró Ana de Hernández. 

La carta de García se produce después de que la defensa de Hernández solicitara una sentencia de 40 años al juez Castel.

Cabe destacar que la sentencia se dará a conocer el 26 de junio, y García expresó su temor a que el juez sea «cruel en sus tendencias» y haya juzgado a Hernández de antemano.

«El 26 de junio usted ha fijado la fecha en que se dará a conocer la pena contra mi esposo y creo que usted será cruel en sus tendencias, pues hace mucho tiempo en su mente ya había juzgado a mi esposo y lo había condenado» aseguró García.

La abogada  concluyó la carta asegurando que la justicia prevalecerá y que Hernández regresará al país y a su familia. La carta termina con dos textos bíblicos y reitera la inocencia de Hernández y la injusticia de su condena.